Cerca de mil trabajadores mineros se han contagiado del COVID-19 en minas de Perú desde la llegada del coronavirus al país, el quinto del mundo y el segundo de Latinoamérica con más casos acumulados al sumar más de 300,000 infectados y cerca de 11,000 fallecidos.
Hasta finales de junio, se habían contagiado al menos 905 trabajadores mineros y de ellos uno ha fallecido, según un reporte elaborado por la organización Copperacción.
Días después, el dirigente sindical de la mina Milpo Donato Palma informó que hay al menos 25 operarios contagiados y aislados en hoteles y en una clínica en Lima, al margen del campamento en la región andina de Pasco.
Prácticamente la mitad de los casi mil mineros que contrajeron el virus SARS-CoV-2 pertenecen a dos grandes minas, que han sido los principales focos de la pandemia en el sector minero de Perú, el mayor pilar de la economía nacional.
Unos 500 contagios en dos minas
La mina con más operarios contagiados es la aurífera Horizonte, en la norteña región de La Libertad, donde más de 300 trabajadores resultaron infectados.
Este brote surgió a inicios de mayo y algunos trabajadores denunciaron que la empresa los aisló en el comedor del campamento en condiciones incómodas, con colchones en el suelo y sin medicamentos.
Con 229 trabajadores contagiados está la Mina Antamina, situada en la región andina de Áncash a 4,300 metros de altitud y cuya concesión tienen la australiana BHP Billiton y la suiza Glencore.
La mayoría de los contagios en Antamina se registraron a finales de abril, cuando se practicaron 600 pruebas entre los trabajadores que se habían quedado en las instalaciones una vez que se decretó el confinamiento desde mediados de marzo.
Ante ese escenario, la empresa decidió detener sus operaciones a mediados de abril y las comenzó a reanudar paulatinamente a medida que el Gobierno fue flexibilizando las medidas de la cuarentena nacional, y con operaciones a distancia mediante teletrabajo.
Áncash es actualmente una de las siete de entre las veinticinco regiones de Perú que continúan bajo cuarentena al registrar todavía un ascenso de los contagios.
Sospechas tras muerte de trabajador
En las últimas horas han saltado las alarmas en la Minera Bateas, ubicada en la sureña región andina de Arequipa, donde la empresa ha decidido detener las operaciones por dos semanas y hacer una desinfección de las instalaciones después de la muerte de uno de sus trabajadores.
La compañía informó en un comunicado que el trabajador fallecido había dado negativo en una prueba rápida de descarte del COVID-19 y que sus instalaciones están "libres de coronavirus" después de haber practicado cerca de 2,000 pruebas entre rápidas y moleculares.
Durante la pausa en sus operaciones solo se quedarán en las instalaciones un grupo muy reducido de operarios para hacer el mantenimiento indispensable, y el resto regresara a sus domicilios.
Sin embargo, el Frente de Defensa de Caylloma (Fudicay) desconfió del mensaje de la minera y sospecha que exista un foco de contagio dentro de la mina al conocer que se va a proceder con la desinfección.
Asimismo, este colectivo social solicitó este martes en un comunicado que la empresa haga pruebas moleculares a todos los trabajadores que tienen programado abandonar sus instalaciones al considerar que implica un grave riesgo para la población de Caylloma, ya que muchos de estos residen en este municipio.
Arequipa, donde se encuentra Caylloma, es otra de las regiones que se mantiene aún bajo confinamiento hasta por lo menos final de julio.