De acuerdo con el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), existen 81 “zonas críticas” y 173 “peligros geológicos” en Lima Metropolitana. Y los distritos más críticos ante la activación del Fenómeno El Niño (FEN) 2023-2024 son Lurigancho, Chaclacayo, Cieneguilla y San Juan de Lurigancho.
El documento indica que durante el FEN 2023-2024 podrían activarse en la capital “peligros geológicos” como los flujos de detritos (huaicos), con 31% del total de peligros; erosión fluvial (22%), flujos de lodo (21%), caída de rocas (8%), inundación fluvial (8%), entre otros.
Por ejemplo, los cauces de quebrada secas limeños que no tenían mucha recurrencia se reactivaron este año con el ciclón Yaku. Esto sucedió en marzo con una quebrada en Lurín que nunca antes había registrado huaicos. El mayor problema es que en esta quebrada se han proyectado zonas residenciales.
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Son estas “zonas críticas”, “de potenciales desastres”, las que necesitan urgentes medidas de mitigación o incluirse en los planes y políticas de desarrollo urbano.
La ingeniera geóloga Griselda Luque, una de las cuatro especialistas de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico del Ingemmet que elaboró la investigación, recordó que cuando estas quebradas se reactivan generan un flujo de lodo, y afectan a las viviendas que se han ubicado en las zonas por donde descienden hasta llegar al río.
Crecimiento desordenado y catastro nacional
Para el Ingemmet, el principal problema de Lima Metropolitana es el crecimiento desordenado de la población, que se asienta en zonas críticas.
Al respecto, el presidente ejecutivo de la entidad, Henry Luna Córdova, indicó que en el Perú “siempre hablamos de zonificación, de ordenamiento territorial, pero nadie se atreve a hablar de la necesidad de contar con un catastro urbano único: las más de 2,000 municipalidades no se han puesto de acuerdo para tener un catastro único, que es muy importante para un ordenamiento territorial”.
Asimismo, señala que los proyectos de infraestructura, mineros o energéticos y de otros sectores no pueden advertir dónde hay zonas de expansión urbana que deberían de trabajar las municipalidades.
Para Luna, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) o la Superintendencia Nacional de Registros Públicos deberían liderar estos proyectos de integración de un catastro de predios a escala nacional, que incluya las propiedades de las comunidades campesinas y nativas.
Subraya que no solo es vital para el desarrollo de diferentes actividades productivas, sino también para que los geólogos puedan identificar dónde se ubican estos centros poblados y zonas urbanas.
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¿Lección aprendida?
Entre las conclusiones del informe, el Ingemmet señala la necesidad de que los gobiernos locales trabajen en prevención y reconstrucción de infraestructura crítica en estas zonas de Lima y la necesidad de realizar estudios a detalle.
Pero tras El Niño Costero del 2017, la entidad hizo también recomendaciones a distintas municipalidades de Lima. ¿Se realizaron las mejoras en estas zonas?
Los especialistas del Ingemmet señalan que hay casos, como el balneario de Punta Hermosa, el cual tenía una zona crítica donde en marzo de este año también se afectó por el lodo, pero actualmente ya se reubicó el complejo deportivo municipal, se ensanchó el cauce y se ha levantó la “luz” del puente. Solo faltaría colocar los hitos, a partir de los cuales ya no se pueden construir viviendas.
También las comunas de Chosica y Chaclacayo trabajan con el programa Mi Vivienda del MVCS e iniciaron entre setiembre y octubre la limpieza del cauce y obras ribereñas con muros y diques antiguos en dos zonas afectadas también en marzo por el ciclón Yaku.
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Criterio técnico
El director de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico del Ingemmet, Gersy Mariño, recuerda que la popular frase “desastres naturales” no es exacta porque aleja la responsabilidad del ser humano. Los desastres ocurren por una mala planificación urbana, la ocupación de zonas de alto peligro o inadecuadas.
Si bien hoy se toman en cuenta más las recomendaciones que hace esta entidad científica a las municipalidades, para el Ingemmet lo que falta es que las autoridades locales utilicen estos mapas de peligro para implementar medidas técnicas de mitigación (o reconstrucción) en estas zonas críticas frente a peligros geológicos, que van más allá de la temporalidad del decreto de urgencia ante el FEN.
El presidente ejecutivo de Ingemmet, Henry Luna, recuerda que hace unas semanas han sido aprobados los artículos complementarios a la Ley del Sinapred en los que se establecen sanciones administrativas y penales para las autoridades que no cumplan con estas recomendaciones técnicas. “Se puede decir que se busca hacer más técnico el tema”, dice.
Lo que queda en pendiente es la propuesta para que todos los organismos del Estado, a nivel nacional, regional y local que ven el tema de gestión de riesgos de desastres, incluyan obligatoriamente en sus equipos a geólogos, para ayudar a mejorar la gestión técnica y afinar más la capacidad de respuesta.