Los cultivos de hoja de coca en el Perú se redujeron en 2,224 hectáreas el 2023 en comparación con el año anterior, cifra con la cual se rompe una tendencia de crecimiento de ocho años, de acuerdo al informe de Monitoreo de Producción de Hoja de Coca 2023, difundido por Devida.
El informe reporta que el año pasado se registró en el país 92,784 hectáreas de superficie cultivada con hoja de coca, frente a las 95,008 hectáreas reportadas el 2022, lo que representa una disminución de 17% en la tendencia de crecimiento proyectada.
“Eso habría significado una extensión de 109,259 hectáreas de hoja de coca, equivalentes a 151 toneladas de droga evitada o 604 millones de dosis de cocaína evitadas”, precisa el informe, informó la Agencia Andina.
De 13 departamentos monitoreadas para el informe, presentan una disminución Ucayali en 2,310 hectáreas, Loreto en 1,354, Cusco en 908, Pasco en 556 menos, La Libertad en 4,799 menos, San Martín en 341, Cajamarca en 242 y Amazonas en 199.
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En tanto, presentan un leve incremento los departamentos de Ayacucho 1,582 hectáreas más, Huánuco 1,072 más, Junín 858, Madre de Dios 516 y Puno 136.
Respecto a las 21 zonas de producción monitoreadas, diez zonas que antes mostraban crecimiento, registraron reducciones, destacando Marañón con 58% menos, Camanti con 53% menos, Alto Chicama con 48% menos, Yaguas con 42% menos y Callería con 37% menos y siete mantuvieron una relativa estabilidad, con tasas de variación menores al 15%.
Del mismo modo, las zonas de Amazonas, Huallaga y Bajo Ucayali mantuvieron una tendencia creciente, aunque no se registraron tasas de incremento mayores al 50%.
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Las razones de la diminución del cultivo de hojas de coca
El presidente ejecutivo de Devida, Carlos Figueroa Henostroza, atribuyó estas cifras a acciones conjuntas y estrategias de las entidades del Estado y la cooperación internacional, enfocadas a enfrentar el modelo de negocio con estructura transnacional, “con la fidelización de clientes través de la adición, y que destroza a los ciudadanos, el planeta y los recursos”.
“Son acciones multisectoriales, con la erradicaciones, los proyectos de desarrollo productivo, las acciones para la reducción del consumo de drogas, las sanciones, todo eso reduce la tendencia de los cultivos, a pesar de que hay un mercado creciente”, refirió.
Dijo que no ven estas cifras con “triunfalismo”, a pesar de que se logró un quiebre en la tendencia de crecimiento de los cultivos de hoja de coca, en un contexto mundial en que hay un mercado en alza para las drogas.
“Implica una mayor responsabilidad para seguir avanzando en esa línea, estamos convencidos de que estamos en la ruta adecuada, pero la meta está todavía lejos. El Gobierno está con ese firme propósito, cada vez estamos más apoyados por la cooperación internacional”, manifestó.
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Figueroa indicó además que hubo una disminución de la superficie de coca en Áreas Naturales Protegidas, pasando de 439 hectáreas a 414 hectáreas; mientras que en las Zonas de Amortiguamiento la reducción permitió pasar de 14 426 hectáreas a un total de 14,373 hectáreas.
En las zonas habitadas por pueblos indígenas u originarios, indicó que superficie cultivada de hoja de coca alcanzó 18,050 hectáreas, lo que representa una disminución de 624 hectáreas respecto al año 2021.
La metodología del informe de Monitoreo de Producción de Hoja de Coca 2023 este año contó con la asistencia técnica de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), aplicando un sistema de aseguramiento de la calidad, garantizando que los datos cumplan con los estándares internacionales de calidad.