A raíz de la pandemia la educación virtual se ha consolidado como una alternativa moderna y potente para atender a centenares de alumnos a nivel nacional, especialmente en provincias como Abancay, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Piura y Puno, informó la directora del Colegio Pamer Virtual, Meylin Vargas.
Con la imposibilidad de darse clases presenciales por el brote del coronavirus, en los últimos cuatro años la educación a distancia ha cobrado más relevancia para el cierre de brechas, en especial, para favorecer a los estudiantes con discapacidad y menores recursos monetarios.
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“En estos años este sistema se ha desarrollado de tal forma que permite la inclusión educativa de niños y adolescentes con discapacidades y a estudiantes cuyos hogares se encuentran lejanos a los colegios, especialmente en provincias que ya suman 700″, señaló.
Vargas comenta que el sistema de clases virtuales trae dos logros fundamentales para la sociedad: primero, que escolares con discapacidades —sean de movimiento o del habla— gocen de educación en tiempo real.
“Niños en sillas de ruedas o con muletas no podían ir a clases presenciales por problemas de traslado. Igualmente, escolares en uso de sus facultades pero con problemas en el habla no tenían opción, y ahora reciben clases y participan vía chat en las clases”, soslayó.
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Y, en segundo lugar, acortar distancias para los que residen en provincias, considerando que muchos estudiantes de bajos recursos tenían que sacrificar muchas horas en desplazarse a su escuela.
La educación remota alivia el golpe económico de la educación en los hogares. Vargas recuerda que “los costos son razonables y accesibles” en la plataforma virtual Pamer.
Concluye que “se genera un ahorro para los padres” pues ya no tienen gastos de movilidad, ya no gastan en loncheras, ni en uniformes y también pueden realizar el pago del servicio en “cuotas extraordinarias”.
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