En los fraudes de primera parte, los individuos utilizan sus propias identidades para llevar a cabo engaños, mientras que en el fraude de tercera parte se emplean identidades robadas o sintéticas. (Foto: Pixabay)
En los fraudes de primera parte, los individuos utilizan sus propias identidades para llevar a cabo engaños, mientras que en el fraude de tercera parte se emplean identidades robadas o sintéticas. (Foto: Pixabay)

Con la sofisticación de la tecnología, las filtraciones de datos cada vez son más frecuentes y no tienen fronteras, según el estudio “Data Breach Forecast” de . Es por ello, que la prevención del se ha convertido en un punto esencial para las empresas de todo el mundo.

Omar Azcona, Presales Specialist de Experian Spanish Latam, sostuvo que la evolución de la ciberdelincuencia en los últimos años ha motivado a las empresas a mejorar continuamente sus defensas. “Adoptar estrategias proactivas es fundamental para proteger datos y operaciones, lo que fortalece la seguridad y la confianza de los consumidores”, indicó.

En esa línea, resaltó que, con la protección adecuada de los sistemas, las empresas pueden evitar pérdidas financieras y asegurar la confianza de sus clientes.

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El especialista explicó que, en los fraudes de primera parte, los individuos utilizan sus propias identidades para llevar a cabo engaños, mientras que en el fraude de tercera parte se emplean identidades robadas o sintéticas.

¿Cómo prevenir el fraude digital?

Para prevenir este delito, Omar Azcona brindó las siguientes recomendaciones:

Implementación de medidas de seguridad de última generación: el uso de firewalls avanzados, sistemas de cifrado robustos y plataformas de detección de intrusiones pueden hacer la diferencia. La inversión en tecnologías de es esencial para salvaguardar los activos digitales contra amenazas externas.

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Educación continua de los empleados: Los errores humanos son a menudo el eslabón más débil en la cadena de seguridad, por lo que capacitar a los empleados para que reconozcan intentos de phishing y adopten prácticas seguras puede marcar la diferencia entre un sistema vulnerable y uno protegido.

Análisis y supervisión: Aprovechando algoritmos de aprendizaje automático, correlación entre los datos, las empresas pueden detectar patrones sospechosos y anomalías que indiquen actividad fraudulenta en tiempo real. Esto permite una respuesta rápida y efectiva ante posibles amenazas.

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