Consultor de Salud Ocupacional en Marsh Perú
Durante esta semana, el sector empresarial ha comenzado a regirse bajo las nuevas medidas impuestas por el Ejecutivo para reducir los niveles de contagio de COVID-19 en los centros laborales. Es así que todos los trabajadores deberán presentar su carné de vacunación asegurando que cuentan con las dos dosis de inmunización frente al virus. No obstante, estas disposiciones han causado controversia, y las organizaciones deben estar preparadas para buscar el bien común entre todos sus trabajadores.
Hasta el último 16 de diciembre, más de 20 millones de peruanos ya habían recibido las dos dosis de inmunización contra el COVID-19. Sin embargo, aún existe un significativo grupo de personas que rechazan la vacunación por diversos motivos, entre desconfianza en la efectividad, asunción de una falta de mayores pruebas, temor frente a cambios en su organismo, y hasta motivos religiosos.
Dentro de este grupo se encuentran personas en el rango de edad laborable o mayores de edad. De acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Minsa), el 19% de personas entre 30 y 39 años, y el 15% de personas entre 40 y 49 años, aún no han recibido ninguna dosis de vacunación.
Según información de Marsh, el 30% de las organizaciones ya tenían contemplado un proceso de educación y distribución de información sobre vacunas. Sin embargo, estas campañas deben realizarse constantemente debido a que aún el proceso de vacunación sigue en marcha y ya se ha comenzado a inocular con una tercera dosis a un grupo poblacional.
Para ello, es necesario que se impulsen programas de incentivos y beneficios para generar confianza en la vacuna y visibilizar sus ventajas en nuestros espacios de trabajo. Entre los estímulos laborales, las organizaciones pueden considerar la entrega de bonos, proporcionar días francos, vacaciones pagadas, tarjetas de regalo e incluso cupones de descuentos en los servicios ofrecidos por nuestras organizaciones.
Estas prácticas han sido tomadas en cuenta por diversas empresas en el país y en la región. El 46% tienen planeada la entrega de beneficios en tiempo libre remunerado para vacunarse o recuperarse de algún posible efecto adverso de la vacunación, mientras que el 2% señaló que entregaría incentivos financieros para quienes se vacunen, según otro estudio de Marsh.
Sin embargo, generar confianza en la inmunización también forma parte de un plan de comunicación dentro de los centros laborales. Acciones para compartir información sobre las alternativas de vacunas pueden ir desde el tener afiches didácticos dentro de nuestras instalaciones, hasta el envío de correos electrónicos y otros canales para destacar los beneficios de protegerse y proteger a sus familias, compañeros de trabajo y comunidad. Esto se ha logrado durante el 2021: cerca del 50% de empresas han elaborado un plan de comunicación con el objetivo de continuar incentivando la inmunización.
Cabe recordar que el Minsa considera que la población objetivo en este proceso de vacunación está conformada por 28 millones de personas mayores de 12 años de edad. Teniendo en cuenta esta cifra, la proyección del Gobierno es tener vacunado con las dos dosis al 80% de este público hacia el cierre de 2021, es decir, un poco más de 22 millones de personas. Retornar a la presencialidad de una forma segura dependerá de la cooperación del sector laboral y también del avance de la vacunación. Sin embargo, este avance solo se logrará con medidas de comunicación y difusión de beneficios de la vacunación.