Recetas para mejorar la competitividad

Perú es de los países menos competitivos del mundo. Específicamente, se ubica en el puesto 63 de los 67 países evaluados en el Ranking de Competitividad Mundial 2024, a cargo del Institute of Management Development (IMD) de Suiza y Centrum PUCP. Un retroceso de ocho puestos con respecto al año pasado.

El ranking mide la competitividad de los países en base a cuatro pilares: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia empresarial e infraestructura. En todos, el Perú se ubica al fondo de la tabla.

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Este resultado solo nos confirma que la situación en el país es crítica y que se necesita con urgencia iniciar una reforma ambiciosa para mejorar.

Según el IMD, los retos del país este 2024 son eliminar la corrupción, fortalecer la institucionalidad pública y lograr mayor estabilidad política; incrementar la competitividad y el progreso social; promover el crecimiento económico con desarrollo sostenible; ejecutar proyectos estratégicos que generen mayor impacto regional; y mejorar el ambiente de negocios.

Por lo pronto, podemos comenzar con acciones concretas:

En febrero se creó una comisión multisectorial temporal dependiente de la PCM. Tiene como objetivo identificar y eliminar costos de cumplimiento ineficientes, innecesarios o injustificados que generan barreras burocráticas y afectan las actividades económicas, así como proponer acciones de simplificación.

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Es una buena señal del Ejecutivo, pero si realmente se quiere avanzar en esto se necesita mejorar el ambiente regulatorio. Urge un shock de simplificación administrativa y regulatoria que permita facilitar la inversión privada. Se requiere: potenciar la Comisión de Seguimiento de Inversiones y las Mesas Ejecutivas del MEF, así como fortalecer las herramientas de mejora regulatoria y de eliminación de barreras burocráticas a cargo del Indecopi.

Una señal concreta de la disposición del Ejecutivo para avanzar en la materia de simplificación es que pida al Indecopi la matriz de todas las barreras burocráticas ya declaradas, así como la matriz de temas ya levantados por el sector privado en las Mesas Ejecutivas. Que se proceda a derogar o modificar las normas que sean necesarias para darles cumplimiento, comenzando por la restricción de la tercerización laboral, que ya fue declarada barrera, pero no se ha derogado aún.

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Adicionalmente, se necesita fortalecer el proceso de estandarización de procedimientos municipales, así como la promoción de ventanillas únicas, como la VUCE. La Ventanilla Minera es necesaria, pero requiere una reingeniería e integración de procesos de todas las entidades involucradas, así como interoperabilidad.

En forma paralela, fortalecer el proceso de transformación digital. No solo haría más eficiente al Estado, sino que mejoraría notablemente su relacionamiento con la ciudadanía. El procesamiento de altas cantidades de información permite diseñar mejores políticas públicas, mejores servicios para el ciudadano. Además, es una herramienta eficaz para la lucha contra la corrupción.

Y, finalmente, impulsar el servicio civil. Contar con un recurso humano capacitado y con real vocación de servicio público. Que trabajar en el Estado sea un honor, digno de admiración.

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Sin duda, los retos son grandes, pero estamos seguros de que una estrecha relación público-privada mejorará notablemente el ambiente de negocios en el país. Ser anfitriones del APEC este año y estar en el proceso de adhesión a la OCDE son ventanas de oportunidad muy importantes que no debemos desaprovechar.