No hay cuerdas separadas entre la economía y la política. En cinco años hemos tenido seis presidentes de la República. La atención de nuestros gobernantes se ha centrado en la confrontación política, de la cual el Poder Judicial no ha sido ajeno. Este comportamiento ha generado inseguridad y violencia, lo que a su vez motiva respuestas populistas con alivio a la inmediatez, pero profundizan problemas de fondo.