El presidente de la República, Pedro Castillo, comunicó el último sábado desde Junín que “tendía la mano por última vez” a las fuerzas políticas, antes de tomar la decisión de realizar una “cruzada nacional” para “defender” la democracia.
Dichas declaraciones del mandatario se dieron previo a la designación de los seis nuevos integrantes del gabinete ministerial y la ratificación de Aníbal Torres como presidente del Consejo de Ministros.
Ante ello, el vocero de Renovación Popular, Jorge Montoya, sostuvo que “siempre estuvo abierta” la posibilidad de diálogo entre el Legislativo y Ejecutivo. No obstante, resaltó que no cederá en consensos políticos.
Por su parte, el vocero alterno de Acción Popular, José Arriola, detalló que es complicado un acercamiento entre el Congreso y el Ejecutivo a raíz de las de las “amenazas altisonantes” realizadas por el jefe de Estado.
El congresista de Fuerza Popular, Jorge Morante, puntualizó que si Pedro Castillo no responde ante la Fiscalía por las investigaciones en su contra, la existencia de un diálogo sería nula.
Ante ello, la pregunta de hoy es:
¿Cree realmente que la oposición en el Congreso está dispuesta a dialogar?
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