Por Carlos Gonzales Avila, director gerente de Enerconsult
A finales del 2014, las cotizaciones de los hidrocarburos sufrieron una abrupta caída como consecuencia del incremento de la producción de hidrocarburos no convencionales (esquisto), que modificó la relación de oferta y demanda del mercado petrolero mundial.
El efecto del desplome del precio del crudo fue la drástica reducción de la exploración petrolera y la suspensión de muchas operaciones de producción que se volvieron antieconómicas, ya que el precio había caído por debajo del costo de producción.
Como para terminar de fulminar a la industria petrolera, en los primeros meses del año 2020 ocurrió la pandemia del COVID-19 que, luego de paralizar a la mitad del mundo, redujo sensiblemente la demanda de hidrocarburos.
El Perú también ha sufrido el embate de esta crisis de precios, es así que hemos terminado el mes de mayo con una producción de petróleo promedio de 31,547 barriles por día debido a la suspensión de las operaciones en 5 lotes que en conjunto producían 30,000 barriles por día; el canon petrolero se ha reducido a menos del 50% del que recibían las regiones antes de la crisis sanitaria; y lo más lamentable, se están reduciendo muchos puestos de trabajo directos e indirectos.
La pandemia pasará y el precio internacional del petróleo crudo irá recuperándose conforme se reactive la demanda mundial. Cuando ello suceda, encontrará al Perú con muchos yacimientos cerrados por antieconómicos y sin haber realizado las actividades de exploración que permitan reponer las reservas consumidas.
Frente a ese inexorable camino, es urgente que se dicten medidas orientadas a evitar el colapso de nuestra industria petrolera y sobre todo evitar el abandono de las operaciones, tanto de exploración como de explotación.
Dentro de esas medidas de urgencia, dictar un nuevo Reglamento de Regalías es prioritario; un nuevo reglamento que mejore las metodologías de regalías actualmente vigentes.
Si el reglamento actual establece regalías que van de 5% a 20% en función de escalas de producción de entre 5,000 y 100,000 barriles diarios; el nuevo reglamento debe ser mejor que eso.