Escribe: Pedro Grados Smith, director de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima.
Después de un inicio de siglo económicamente prometedor en el país, desde 2014 hasta el cierre de 2023, la productividad y el crecimiento promedio perdieron dinamismo. Incluso, el año pasado se atravesó la primera recesión de la época, sin considerar el año de la pandemia. Para retomar la senda que nos conduzca hacia el desarrollo económico y social, es necesario incentivar la inversión privada y resolver los problemas de inestabilidad institucional. En esa línea, un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca tres aspectos prioritarios: la mejora de la productividad y el consiguiente crecimiento, la construcción de resiliencia a los fenómenos naturales, y la importancia de la digitalización y el acceso a la inteligencia artificial. A lo mencionado por el FMI debemos agregarle la mejora de las cuentas fiscales. Es importante analizar estos cuatro aspectos que permitirán generar un Perú cada vez más resiliente.
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En lo relacionado con la productividad y el crecimiento, se deben revisar y simplificar los regímenes tributarios especiales, la legislación laboral y otras regulaciones que generan costos excesivos para la formalización y el desarrollo de las empresas, que, además, impactan de manera negativa en las expectativas de los inversionistas privados.
Sobre la construcción de resiliencia ante los fenómenos naturales y el cambio climático, es fundamental –dado el alto grado de vulnerabilidad de la infraestructura nacional– invertir en la protección de carreteras, puentes, ciudades, canales de regadío y otros activos físicos que han resultado significativamente afectados en el pasado por el fenómeno de El Niño o por algún movimiento sísmico. Sectores como la pesca, la agricultura y la construcción se han perjudicado por eventos naturales cada vez más frecuentes. Esta situación no solo afecta el PBI inmediato, sino también las perspectivas de crecimiento para los años siguientes. El Perú debe mejorar su capacidad para enfrentar el cambio climático que se presenta a nivel mundial.
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Otro aspecto importante es incrementar la difusión y el acceso a los servicios digitales, así como a la inteligencia artificial. Ambos factores incrementarán los niveles de productividad y, por lo tanto, los niveles salariales. El éxito de las billeteras electrónicas es un ejemplo de lo que la tecnología puede lograr.
Finalmente, si no se mantiene un sano manejo fiscal que le permita al país crecer sin crisis en las finanzas gubernamentales, todo lo mencionado será muy difícil de implementar. Para eso, se requiere de la intervención del Tribunal Constitucional, que no debe permitir que el Congreso lleve adelante iniciativas de gasto que, en breve plazo, conduzca al país a elevados niveles de déficit fiscal y todas las consecuencias que esto implica.
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Nuestro país requiere de la madurez de todas sus instituciones y de ciudadanos vigilantes que expresen su disconformidad con las acciones y medidas populistas que afectan el futuro de toda la nación, especialmente el de los sectores menos favorecidos.
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