Chair de Vistage Perú
Al iniciar un nuevo año, las organizaciones se preparan para gestionar, cambiar o redefinir diversas estrategias empresariales trazadas para el año anterior. Muchas de ellas van modificándose de acuerdo con los diversos escenarios o nuevo contexto, y acorde a las necesidades del rubro en el que se encuentren. Concluyendo cada trimestre, los líderes y la alta gerencia cuentan con la posibilidad y oportunidad de analizar, alinear y replantear las estrategias, metas u objetivos establecidos a inicios del 2022.
Este accionar fundamental implica que las organizaciones cuenten con un objetivo mayor y un rumbo; es decir, una visión y misión bien definidas, que serán alcanzadas respetando los valores que defiende la empresa. Por ello, desde la alta gerencia, así como el resto de la organización, debe estar alineada a los objetivos estratégicos, empujando todos hacia la misma dirección y llegando al objetivo final de forma rápida y ordenada.
Este alineamiento implica, primero, tener una estrategia y plan de acción muy bien definidos. En segundo lugar, definir un plan de comunicación a todos los niveles, desde los líderes hasta el mando medio, y todos los colaboradores. Es súper importante que el CEO haga la comunicación a todos directamente, así evita distorsiones y le permite compartir momentos con los colaboradores, escuchándolos y aclarándoles dudas.
Una organización donde sus integrantes no se encuentren centrados y alineados, sin tener claro cuál es el objetivo por alcanzar, generará desorden, notándose la ausencia del liderazgo y poniendo en riesgo el logro del objetivo a mediano y largo plazo. Asimismo, la revisión del plan estratégico se debe hacer, por lo menos, una vez al año, y la comunicación a toda la compañía debe hacerse de forma mensual o, mínimo, trimestral, ya que cualquier variación en la situación macroeconómica, política, etc., puede obligar a un cambio de rumbo, tal como sucedió durante la pandemia donde las organizaciones buscaron la forma de lograr sus objetivos reestructurando sus estrategias.
Para ello, es elemental que toda la alta gerencia se encuentre involucrada en este replanteamiento. Todos deben sentir que son parte del cambio y, por lo tanto, dueños de los nuevos objetivos, metas, estrategias o de los ajustes efectuados a ellas, siempre comunicando y explicando sobre cualquier modificación a toda la organización. Nunca debe olvidarse que, aunque una organización está centrada en sus clientes, los CEO deben dedicarse al máximo a sus colaboradores, ya que son los que hacen la empresa, forman percepciones, conquistan a los clientes, y trabajan en búsqueda del logro de los objetivos.