"Un mito regulatorio es que basta con una declaración jurada de “inversionista institucional” por parte del cliente para que se considere que este califica como tal". (Foto: Stock)
"Un mito regulatorio es que basta con una declaración jurada de “inversionista institucional” por parte del cliente para que se considere que este califica como tal". (Foto: Stock)

Escribe: Diego Munares, asociado de Petra Legal.