Director de UTEC Ventures
La implementación de un proceso de gestión de portafolio de innovación es el mejor ejemplo de la cultura innovadora de una organización. Para innovar debemos romper el concepto de que una sola gran idea es necesaria y pasar a generar un funnel de proyectos. Una mirada de portafolio, en vez de una mirada por proyecto, permitirá tener claridad del estatus actual del proceso de transformación de la organización y su estrategia futura.
Para empezar a crear un portafolio de innovación se deberán establecer los responsables del proceso. Es importante que el líder del proceso sea una persona con experiencia en metodologías de innovación e, idealmente, que haya implementado de manera ágil una o varias iniciativas en el pasado. El líder tendrá la función de acompañar a los proyectos del portafolio en su capacitación, aplicación de metodologías y disposición de herramientas. El líder deberá contar, además, con recursos para invertir en las etapas iniciales de los proyectos.
La creación de un portafolio de innovación se sustentará en un proceso de generación de ideas sencillo, ordenado y documentado. Deberá contar con formatos preestablecidos para la presentación y calificación de nuevas ideas. En esta etapa todavía no son necesarios los planes de negocio y modelos financieros; es más importante tener claro el objetivo del proyecto y su proceso de validación. Adicionalmente, es importante que el proceso de creación del portafolio esté acompañado de capacitaciones para asegurar el uso de metodologías de ideación y validación.
En este punto, los líderes de la organización deben definir las expectativas de los futuros proyectos del portafolio. Los proyectos de innovación deben ir más allá de tradicionales procesos de compra de tecnología. Es recomendable que el portafolio reciba ideas orientadas a nuevos modelos de negocio, mejoras de propuesta de valor o cambios disruptivos en procesos operativos. Asimismo, es importante motivar que la generación de ideas se produzca tanto interna como externamente, a través de procesos de innovación abierta con universidades, startups, consultoras, entre otros.
Una vez definido el proceso de creación del portafolio, se deberá pasar a un proceso de selección. Este deberá premiar a los equipos que demuestren un mejor entendimiento de las acciones a seguir para validar los supuestos de su proyecto. El gran reto, a partir de este momento, es dejar de premiar ideas y empezar a valorar la capacidad de ejecución de los equipos. Las mejores ideas que pasen a una etapa de validación deberán ser soportadas por los líderes mediante la asignación de tiempo para el desarrollo del proyecto. Adicionalmente, es vital que la validación de ideas esté acompañada de financiamiento, para lo cual se recomienda asignar un monto fijo para la validación del proyecto (usualmente entre mil hasta cinco mil dólares). El asignar recursos a cada idea del portafolio de innovación reflejará el compromiso de la organización e incrementará la responsabilidad del equipo de proyecto.
Todas las decisiones de financiamiento posteriores, a este punto, dejarán de depender de la idea propuesta y empezarán a sustentarse en los resultados de las validaciones y experimentos que realice el equipo de proyecto. Con plazos máximos definidos, no superiores a tres meses, los equipos de proyecto deberán demostrar los resultados y aprendizajes de los experimentos realizados. Los equipos de proyecto que sustenten mejor sus resultados pasarán a una siguiente fase de implementación, donde podrán recibir financiamiento adicional para ir construyendo prototipos de solución.
Tan importante como el número de proyectos que pasen a una siguiente fase, será el número de proyectos que se cancelen. Un portafolio saludable de innovación deberá reflejar un proceso transparente y abierto, donde las ideas mejor validadas avancen en la consecución de financiamiento y otras vayan quedando en el camino. Que un 25% a 50% de proyectos pase a una siguiente fase, es saludable. Una organización que reconoce tanto los éxitos como los fracasos de sus proyectos es una organización que alienta a que más colaboradores presenten sus ideas al portafolio de innovación y, con ello, contará con un portafolio más nutrido y sostenible.
Finalmente, el rol de los líderes de la organización en este proceso será transcendental. Ellos pueden acelerarlo o detenerlo. Para ello, es importante el compromiso de los líderes con recursos y objetivos alineados al desarrollo del portafolio de innovación. El involucramiento de los colaboradores de diferentes áreas en las actividades del portafolio será reflejo del compromiso de los líderes con el proceso. Finalmente, habrá que ser estricto en que todos los nuevos proyectos de la organización pasen por el mismo proceso. Excluir proyectos del proceso, por considerarse excepcionales, solo minimizará el resto de esfuerzos de innovación de la organización e invalidará el proceso en sí mismo.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor.