Escribe: Ricardo Romero, especialista en comercio exterior.
Uno de los pilares de éxito de un país es su nivel de competitividad, pero, ¿a qué se refiere este término que preocupa mucho a los Gobiernos? Precisamente a la capacidad de los países de competir en el mercado internacional, de atraer inversiones y de fomentar la innovación tecnológica. Todo esto pasa necesariamente por la definición e implementación de políticas públicas responsables, por el mejoramiento de la infraestructura, el desarrollo de sus recursos, el fortalecimiento de las capacidades de su fuerza laboral, la productividad, ente otros. Sin duda, requisitos indispensables para el incremento de ventajas competitivas que permitirán a un país a diferenciarse de los demás, a tener éxito en el mercado global, y a asegurar un crecimiento sostenido de su economía.
LEA TAMBIÉN: Venezuela: Fraude e insurgencia popular
Tomando en cuenta la importancia que tiene la competitividad para los países, la pregunta que cae de madura es cuál es el estado de esta en el Perú frente a otras naciones. La respuesta a esta interrogante la encontré analizando los resultados del Ranking de Competitividad Mundial 2024 (World Competitiveness Ranking), publicados recientemente por el International Institute for Management Development (IMD, por sus siglas en inglés). En su última versión, el estudio incluyó un ranking de 67 países, cuya competitividad es analizada en función a cómo un país utiliza la totalidad de sus recursos y capacidades para incrementar la prosperidad de sus habitantes, agrupando cuatro factores esenciales: ‘desempeño económico’, ‘eficiencia de gobierno’, ‘eficiencia de negocios’ e ‘infraestructura’.
Examinando los resultados para el 2024, se aprecia que el Perú alcanzó el puesto 63, solo cuatro posiciones del último lugar ocupado por Venezuela, y por delante de Nigeria, Ghana y Argentina respectivamente. Lo incomprensible de este resultado es que, en el 2009, nuestro país se ubicó en el puesto 37. A pesar de los éxitos alcanzados en materia económica después de las reformas estructurales implementadas durante la década de los noventa, hemos retrocedido 26 posiciones en solo 15 años.
LEA TAMBIÉN: “No vuelvo al Estado” es lo que escucho de excolegas que hoy enfrentan juicios sin sustento
Tratando de entender las razones detrás de esta precipitosa caída, fue necesario observar cada uno de los cuatro factores considerados por el IMD para la elaboración de esta lista de posiciones. Lamentablemente, en todos el Perú experimentó caídas importantes, pero particularmente en el ‘desempeño económico’ y en ‘eficiencia de negocios’. En el caso de ‘infraestructura’, la situación no es nada optimista, ya que en todos los años el Perú se ubicó en las últimas posiciones, y este año en el puesto 63, el más bajo desde que se incluyó a nuestro país en el ranking.
Si nos comparamos con nuestros vecinos como Chile y Colombia, ambos países nos llevan ventaja ya que el primero se ubicó en el puesto 44 y el segundo en el 57. No obstante, cabe indicar que el vecino del sur ha venido cayendo los últimos años, y en el caso de Colombia la posición no ha variado mucho.
Es cierto que se vienen realizando acciones importantes para revertir las carencias de nuestra infraestructura como la próxima puesta en operación del puerto de Chancay, así como del nuevo aeropuerto internacional de Lima en el mes de diciembre. Sin embargo, hay mucho por hacer, no solo para retomar la senda del crecimiento económico sostenido, sino también para recuperar la confianza en nuestro país que tanto ha sufrido con la inestabilidad política de los últimos años.
LEA TAMBIÉN: Estrategia, equipo e implementación
La sostenibilidad de nuestro desarrollo depende de la capacidad que tengamos de priorizar y atender aquellos temas cuyos resultados son de largo plazo y que requieren reformas inmediatas. Ignorar todos los factores que determinan la competitividad de un país, especialmente en materia de infraestructura, educación e innovación, es la peor receta para alcanzar el éxito al que todos aspiramos.
Es por esa razón, que estos resultados deberían llevarnos a realizar una reflexión profunda sobre lo que estamos haciendo y dejando de hacer, con el objetivo de determinar las acciones que nos permitan revertir inmediatamente esta realidad, y así generar las condiciones necesarias para consolidar el bienestar nacional. Es responsabilidad de todos los peruanos, sector público, empresarial, académico, y la sociedad civil en su conjunto, de fortalecer la competitividad del país.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.