Escribe: Sandro Denegri, CDO de Mibanco
Cada vez se habla más del Antropoceno, la propuesta de nueva era geológica que confirmaría que la supremacía de los humanos en el planeta es indubitable y que lo que nos ha llevado a dominar la Tierra ha sido la tecnología. Pero, ¿por qué el homo sapiens tomó a esta como ventaja competitiva? La respuesta está en que la tecnología le permitió generar capacidades que lo “acrecentaron”. Así, la tecnología le permitió ser más mortífero al golpear (las hachas), transportar más peso (la rueda), llegar más lejos (el ferrocarril) y un largo etcétera.
Este aprendizaje se trasladó al mundo empresarial. Desde que en 1602 se fundó la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, la primera empresa bajo el concepto moderno, estas han estado buscando constantemente “acrecentarse” ya sea usando grandes barcos, telares mecánicos o computadoras. Y ahora que ha emergido la inteligencia artificial cognitiva con el potencial de hacer crecer sus capacidades rápida y exponencialmente, su aplicación no será una excepción. La pregunta es, ¿cómo la IA Cognitiva va a “acrecentar” a las empresas? La respuesta está en las tres A: Aumentar, Acelerar y Automatizar.
Aumentar: por ejemplo, un banco que implementa un agente virtual que vende préstamos contactando directamente a los clientes podrá incrementar sus ventas (hacer más), dentro del mes (en el mismo tiempo) y sin contratar más vendedores (con el mismo costo).
Acelerar: por ejemplo, la redacción de un diario cuyos periodistas producían 400 notas mensuales con una media de 4 horas/hombres por nota pasa a utilizar un algoritmo de generación del lenguaje natural que redacta las mismas 400 notas (hacer lo mismo) y es usado por los periodistas (el mismo costo), pero con una media de 7 minutos por nota (en menos tiempo).
Automatizar: por ejemplo, un contact center que tipifica los 50,000 reclamos que recibe al mes empleando 60 personas, decide utilizar un algoritmo de procesamiento del lenguaje natural para clasificar la misma cantidad de reclamos (hacer lo mismo), del mes (en el mismo tiempo); pero con solo dos personas (menos costo)–para los casos que el algoritmo no pueda tipificar– .
Rara vez las tres A juegan en solitario, sino que se combinan para dar más valor, lo importante aquí es que las empresas tienen que identificar esos casos de uso de IA cognitiva que “acrecienten” sus ventajas competitivas y, de ser posible, generen un impacto exponencial.
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