Gerente Adjunto de Relaciones con la Industria para IATA Perú y Bolivia.
La crisis sufrida por la pandemia del COVID19 nos ha obligado a recordar que el transporte de carga vía aérea es fundamental para la subsistencia y el desarrollo social y comercial de los países, habiendo servido de columna vertebral en el mantenimiento de las cadenas de suministro y para el traslado de equipos médicos y vacunas alrededor del mundo. Asimismo, se constituyó como la mejor manera de distribuir envíos de alto valor y fue un gran facilitador para el exponencial crecimiento del comercio electrónico en la región. De hecho, los ingresos generados por la carga aérea en el 2021 ascendieron a 204 mil millones de dólares, representando más del 40% de los ingresos totales de las aerolíneas -que veían restringidos sus vuelos de pasajeros-; muy por encima de los niveles prepandemia del 2019, en los que solo ascendían a entre el 12 y 15%.
En esa línea, es importante destacar que los desafíos enfrentados por la industria aérea durante dicho periodo han demostrado claramente su rápida capacidad de adaptación a los cambios, habiéndose adelantado, incluso, la implementación de diversas mejoras en los distintos procesos vinculados a la cadena logística. Ciertamente, la digitalización ha tomado una mayor relevancia en los procesos asociados al transporte de carga aérea, impactando de manera favorable en la competitividad de las operaciones de comercio exterior de nuestro país.
En efecto, el Perú ha logró escalar 22 posiciones en el último ranking del Índice de Desempeño Logístico (LPI, por sus siglas en inglés), elaborado por el Banco Mundial, ubicándose en el puesto N° 61 de 160 países, por encima de Colombia y México. No obstante, como indica el índice de desempeño de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), debemos seguir enfocando mayores esfuerzos para seguir mejorando la facilitación del comercio.
A través del impulso logrado con la digitalización de los procesos relacionados al transporte de carga aérea, y alineados con las necesidades del sector público y privado, se debe buscar seguir promoviendo iniciativas que mejoren la cadena de suministro, ya que resulta evidente que un país será más atractivo para atraer inversiones en la medida que brinde mayores facilidades para el comercio nacional e internacional, donde la eficiencia de los controles por parte de las autoridades sea de carácter no intrusivo a fin de dinamizar dicha cadena.
En ese sentido, la industria aérea a nivel internacional se encuentra impulsando la adopción del nuevo estándar ONE Record (1R) basado en la tecnología blockchain, el cual proporciona capacidades de seguimiento y localización (trazabilidad) en tiempo real para los envíos de carga aérea y se enfoca en el uso de datos compartidos, permitiendo a las partes autorizadas de la cadena de suministro visualizar una misma información de sus envíos en cualquier momento y de forma segura, permitiéndoles anticiparse frente a cualquier contratiempo. Este sistema garantiza el intercambio de datos de alta calidad, agiliza los procesos con las autoridades aduaneras y permite prescindir del uso de papel, potenciando las iniciativas de sostenibilidad en las operaciones logísticas.
Al respecto, a inicios de este año, junto con la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria – SUNAT y la IATA, LATAM Cargo desarrolló un piloto del primer corredor de carga aérea digital de 1R desde Sudamérica, logrando identificar un ahorro potencial de eficiencias de al menos un 65% de tiempo en las actividades de procesamiento de documentos y datos, desde la entrega de la carga en origen hasta su liberación en destino.
Finalmente, esto representa solo el inicio de los cambios necesarios para mejorar y facilitar el comercio exterior en nuestro país, campo en el que el Perú tiene un gran potencial para atraer y desarrollar nuevos negocios que aporten al desarrollo socioeconómico de su población. Por ello, la adopción de nuevas tecnologías que se sumen al trabajo alineado y constante entre el gobierno y los actores privados del sector será crucial para cimentar las bases de la modernización del comercio, como lo viene siendo la digitalización de la carga aérea.