Ernesto Gallo Olmos, Profesor de la Universidad de Piura.
Finanzas es en gran medida la ciencia de los flujos futuros esperados e inciertos, comparados con inversiones actuales muy ciertas. Para matematizar la incertidumbre y el riesgo, la Economía Financiera utiliza el promedio y la variabilidad de los resultados esperados: la varianza. ¿Por qué si el riesgo es negativo, se mide con la varianza que incluye escenarios positivos?
Aquí entra el aspecto humano subjetivo, pero real. Llamemos “felicidad” marginal del dinero, al bienestar adicional que nos genera un incremento de nuestra riqueza. Antes, desmoneticemos el tema: si estamos perdidos cuatro días en el desierto, el primer vaso con agua tendrá un alto valor; el segundo, también será apreciado, aunque menos que el primero, y así sucesivamente.
Similarmente, un monto adicional tiene cada vez un menor valor percibido, aunque tenga igual poder adquisitivo; no es lo mismo ganar mil dólares para un pobre que para Warren Buffet.
Esto nos lleva a una paradoja, imaginemos un estudiante proveniente del interior del país; es el día 28 del mes y recibe su mensualidad el 30. Al momento tiene solo dos dólares, su compañero nota un bajo estado de ánimo. Camino a la universidad tropieza con un rollo de mil dólares, sentirá una inmensa mejora de bienestar. Llega a su cuarto feliz, su compañero está sorprendido, pero no le cree, el joven quiere mostrar los mil dólares, pero… no están, se le han caído; solo tiene los dos dólares originales.
Después de buscarlos infructuosamente regresa a su casa derrotado, se siente mucho peor que lo que se sentía esa mañana. La caída de ánimo ahora es inmensa. ¿Por qué está mucho peor que en la mañana si tiene los mismos dos dólares iniciales?
El dolor de perder mil dólares pesa negativamente mucho más que la alegría de ganar esa misma suma. En ambos casos son “mil dólares” pero tienen diferente valor. En ambos momentos, el estudiante tiene dos dólares, solo que ahora está mucho peor.
Financieramente, es preferible tener $100 seguros que una lotería que paga $140 con 50% de probabilidad o solo $60 con 50% de probabilidad: el valor esperado es $100. Para personas aversas al riesgo, la lotería equiprobable de “$60 o $140″, perceptualmente vale solo $90, llamado equivalente cierto; el inversionista escogería los $100 seguros. Dadas las mismas probabilidades, la desviación negativa de $40 pesa más que la positiva de $40.
A las personas que prefieren lo seguro y rechazan la incertidumbre, aunque haya escenarios positivos, se las llama aversas al riesgo (no “adversas”). Von Neumann y Mortgensen ayudaron a matematizar de manera general estos aspectos no monetarios del riesgo, usando la utilidad marginal decreciente y las probabilidades, e incorporando limitada e indirectamente “emociones, miedos y fobias”.