Economista, docente de la Escuela de Posgrado de la U. Continental
- La dualidad de la economía peruana se manifiesta de diversas maneras, y se caracteriza por la coexistencia de un sector moderno –intensivo en capital y con una alta productividad– y un sector tradicional –abundante en mano de obra no calificada, escaso en capital y con baja productividad–; dos sectores muy diferentes entre sí, pero fuertemente interrelacionados. El economista Arthur Lewis, ganador del Premio Nobel en Economía por sus aportes a la economía del desarrollo, fue uno de los primeros en analizar la economía dual desde un punto de vista teórico.
- En el Perú, se han realizado muchos estudios sobre diversos aspectos de esta dualidad. Al leer algunos de estos, se observa que la contraposición entre el sector moderno y el tradicional, a veces se confunde con la diferencia entre el sector formal y el informal. Sin embargo, estas categorías no son intercambiables y, si se quiere ser riguroso en el análisis, es importante ser claros con las definiciones y supuestos que se están utilizando.
- Por ejemplo, podríamos observar que las empresas informales son menos productivas y, por lo tanto, sus trabajadores reciben menores ingresos, y de allí concluir que la solución viene por formalizar a estas empresas. Sin embargo, es probable que la menor productividad de estas empresas refleje más bien su menor dotación relativa de capital físico y humano que el de las empresas formales. En este escenario, si las primeras sacan su RUC, ponen a sus trabajadores en planilla y pagan sus impuestos, se convertirán en empresas formales, pero no por eso serán más productivas.
- Sin embargo, la dualidad no solo viene determinada por la diferente dotación de capital (físico, financiero y humano) entre sectores, sino también por el rol que cumple el Estado. En efecto, parte de la dualidad existente en diversos sectores de nuestra economía está relacionada a la presencia o ausencia del Estado y a que este haga cumplir las normas vigentes o no. Para ilustrar este punto, refirámonos a dos ejemplos de la industria extractiva.
- La pesca en el Perú puede caracterizarse como un sector dual. En él conviven una flota industrial moderna –acotada, supervisada, sujeta a un marco normativo vinculante y consistente con la sostenibilidad de los recursos–, y una flota artesanal tradicional –sobredimensionada, producto de un crecimiento ilegal, que opera bajo un marco normativo inadecuado o no vinculante–. En comparación con la pesca industrial, la pesca artesanal es poco rentable (su sobredimensionamiento ha reducido su productividad) y, en algunos casos, está poniendo en peligro la sostenibilidad de algunos recursos costeros. La diferencia entre los resultados de una y otra flota, se explican en gran parte al diferente rol que ha cumplido el Estado ¬en términos de proveer servicios públicos básicos a ambas flotas, como el monitoreo de los recursos hidrobiológicos, normas de ordenamiento pesquero y supervisión de la actividad a fin de hacer cumplir la ley.
- El sector minero es otro sector en el que el Estado cumpla con su rol o no determina que nuestros yacimientos mineros se exploten por empresas modernas y formales, de manera responsable con el entorno natural, o por la minería informal, con las consecuencias que todos conocemos.
- Estos ejemplos ponen de manifiesto que, en algunos casos, combatir la dualidad, asegurar la sostenibilidad y cuidar el medio ambiente requieren que el Estado cumpla con su rol de proveer los bienes y servicios públicos que le compete asegurar y, por supuesto, hacer cumplir la ley.