Ya no ofrecen tanto

INFRAESTRUCTURA. En campañas electorales anteriores, las promesas que los candidatos hacían sobre ejecutar megaproyectos de infraestructura solían abundar. Es que ofrecer autopistas, centrales eléctricas, represas, plantas de agua potable y alcantarillado y otras obras atraía votos. Y no solo lo hacían los aspirantes a la presidencia, sino también los que postulaban al Congreso, pese a que ese poder del Estado no tiene iniciativa de gasto.

Es por ello que sorprende la escasez de propuestas sobre infraestructura en los planes de gobierno de la presente campaña electoral. ¿Es que, de pronto, los políticos han tomado conciencia de que esas promesas son imposibles de cumplir, o han llegado a la conclusión de que la población ha dejado de ser tan crédula? Quizás no se trate de eso, sino de una muestra más de la falta de ideas que, en general, los candidatos presidenciales han exhibido, así como de la poca importancia que han otorgado a sus planes de gobierno, pues en sus mítines y en entrevistas sí se han explayado con promesas millonarias.

Dada la coyuntura, estas se han centrado en el sector salud –construcción de hospitales, instalación de plantas de oxígeno, etcétera–. En segundo lugar, figura la infraestructura educativa. Por ahí ha resurgido la construcción de un ferrocarril que recorrerá toda la costa, una promesa que aparece y desaparece cada cierto tiempo. Hay que precisar que existe un proyecto en etapa inicial: la vía férrea que unirá Lima con el sur chico, aunque de su avance no se tienen noticias recientes.

Volviendo a los planes de gobierno, llama la atención la ausencia casi total de propuestas para invertir en infraestructura productiva moderna como la energía renovable, o para enfrentar el grave problema de saneamiento debido a la escasez de proyectos para el manejo de residuos sólidos y líquidos. Es curioso que los candidatos no hayan apelado a una receta que suele funcionar, sobre todo porque lo tenían bastante fácil: en setiembre del 2019, el MEF elaboró un Plan de Infraestructura bastante completo, aunque aún sigue en el papel. Tal vez ha sido pasado por alto debido a que data de esa gestión.

Solo un plan de gobierno lo menciona, calificándolo como “una buena base” para identificar las brechas de infraestructura. Otro plan de gobierno pone énfasis en obras pequeñas de riego, electrificación con energías verdes y ampliación de la banda ancha. Aunque pertenecen a espectros políticos diferentes, ambas propuestas se salen de los lugares comunes, lo cual es destacable.