CORRUPCIÓN. Quince días después de ser nombrado, el exministro del Interior Mariano González Fernández se enteró de su salida del Gabinete por Twitter, y apenas unas horas antes de que su sucesor, Willy Huerta Olivas, tomara juramento como el sétimo titular de la cartera.
No es necesario hacer elucubraciones respecto a las razones de su salida. Tanto desde el Ejecutivo como por lo dicho por el ahora exministro queda claro que los cambios realizados por González —tanto en la Dirección de Inteligencia (Dirin) como en la Dirección de Inteligencia del Mininter (Digimin) y en la División de Búsqueda de Personas de la Digimin— no fueron del agrado del presidente Pedro Castillo. La interpretación de estos hechos puede variar, pues desde el Ejecutivo la razón es que “no informaba las actuaciones dentro de su cartera” y la mirada del exministro es que al presidente esta falta de información le incomodaba porque “está involucrado en los actos de corrupción vinculados a los prófugos”, y por ello su interés en su captura no prosperaba.
Aunque es innegable que quienes buscan defender al mandatario siempre encontrarán razones para justificar su actuación, lo cierto es que si fuera verdad su gran interés en la lucha contra la corrupción y su disposición a apoyar las investigaciones de la Fiscalía, el propio Castillo debería solicitar quedar al margen de las decisiones y la información vinculada al tema para evitar el conflicto de intereses que podría generarse. Sobre todo, cuando existen denuncias respecto a que tanto Bruno Pacheco como Fray Vásquez fueron alertados por la DINI de su próxima captura.
Si bien el nuevo ministro, Huerta, sostiene que se va a fortalecer la división de búsqueda de personas, lo cierto es que habrá que esperar si estos dichos se condicen con los hechos. Por el momento, el general de la PNP, César Manuel Vallejos Mori, quien fue recientemente nombrado en la Digimin, renunció en respaldo a González y habrá que ver si en los próximos días se genera algún otro cambio.
Aunque es poco lo que se puede esperar del Ejecutivo, cabe preguntarse ¿y ahora qué hará el Congreso? Si bien ya se está promoviendo un nuevo pedido de vacancia, aún quedan dudas respecto a si esta vez sí se conseguirán los votos necesarios.