La inflación anualizada (tasa acumulada de los últimos doce meses) volvió a reducirse en julio: respecto de junio, pasó de 6.71% a 6.02% a nivel nacional y de 6.46% a 5.88% en Lima, según el INEI. Aunque la disminución no fue tan pronunciada como en junio –en dicho mes, en lugar de inflación hubo deflación, gracias sobre todo a la caída del precio del pollo y sus subproductos–, el resultado de julio debe haber provocado más de un suspiro de alivio en el BCR, y también en el MEF, pues al fin se podría decir que la inflación ha comenzado a acercarse al rango meta del BCR (entre 1% y 3% anual), luego de casi dos años de haberse mantenido demasiado elevada.
La caída del dólar, el alza de las tasas de interés del BCR (hasta diciembre) y el contexto internacional –la inflación también está cediendo terreno en la mayoría de socios comerciales del Perú– son los principales factores que explican esa disminución. ¿Continuará este comportamiento en los próximos meses? Pues habría que formularle la pregunta a la madre naturaleza o a los científicos que monitorean y pronostican el clima.
Es que persiste la probabilidad de ocurrencia del fenómeno de El Niño global –calentamiento del Pacífico Central, que tiene impacto en todo el planeta– para el cuarto trimestre de este año, que coincidiría con El Niño costero –calentamiento del mar frente a la costa norte peruana–, que aunque de magnitud moderada, se mantiene y ha causado daños a la infraestructura y a la producción agropecuaria. En el verano, el problema fue agravado por el ciclón Yaku, que trajo más lluvias, inundaciones e interrupción del transporte.
El consiguiente desabastecimiento –sumado al causado por los paros y bloqueos de carreteras en enero y parte de febrero– elevó la inflación a inicios de este año, y lo mismo podría ocurrir con la combinación de El Niño global más El Niño costero en los últimos meses del 2023, en particular si las lluvias en la costa y sierra norte resultan ser de fuerte intensidad. En vista de que estas alteraciones atmosféricas perjudican a casi todos los sectores productivos, un escenario pesimista incluiría la persistencia del enfriamiento de la economía más una inflación relativamente alta.
Cabría preguntarse qué está haciendo el Gobierno para mitigar estos posibles efectos. En su discurso por Fiestas Patrias, la presidenta Dina Boluarte hizo anuncios de acciones preventivas por alrededor de S/ 2,000 millones. Lo que inquieta es que se trata de planes que todavía no están siendo ejecutados, y el tiempo apremia (ya estamos en agosto).