Quizás inspirada en los Juegos Olímpicos, la presidenta Dina Boluarte y sus asesores decidieron romper un récord: elaborar el discurso presidencial por Fiestas Patrias más largo de la historia del Perú. Y también el más soporífero e insustancial, pues en sus cinco horas de duración copió fórmulas que muchos de los antecesores de la mandataria usaron, con medidas repetidas y generalidades que fueron disfrazadas de “políticas” gubernamentales, que cubrieron casi todos los temas y problemas que aquejan al país.
Una notable excepción en la larguísima lista de “prioridades” fue la omisión del remozado Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP), presentado la semana pasada por el MEF. Es que a diferencia de la desordenada descripción de lo que el Gobierno de Boluarte ha hecho o hará, sazonada con la mención de cifras millonarias y millones de beneficiarios, el PNCP contiene medidas con una visión de corto y mediano plazo, que están más orientadas a mejorar la eficiencia del gasto público y a la planificación.
LEA TAMBIÉN: Sin confianza el cumplimiento colaborativo se desvanece
Para la presidenta y sus asesores, sin embargo, habría sido más efectivo ponerse a leer por más tiempo de lo que duró la inauguración de París 2024 y así presentar la imagen de que el Gobierno trabaja y cumple lo que promete. Por ejemplo, Boluarte atribuyó a su régimen recientes indicadores económicos positivos como el crecimiento del PBI de abril, que se debió a la ausencia de anomalías atmosféricas, lo que provocó un notable salto estadístico de la pesca y la agricultura. También se apropió de la disminución de la inflación, encima de manera incorrecta pues dijo que la de junio fue 2.3% (se trata del dato anualizado), que fue posible debido a la estricta política monetaria del BCR –una entidad autónoma– y a factores externos.
LEA TAMBIÉN: La validez de los acuerdos de no competencia con trabajadores
Una fórmula que los gobiernos usan cuando todo lo demás no funciona para revertir corrupción e ineficiencia es crear nuevos ministerios o fusionar algunos o cambiarles de nombre. Boluarte cubrió todo ese menú: se rebautizará al Ministerio del Interior (¿para combatir la inseguridad ciudadana?), se creará el de Infraestructura y se fusionarán “dos pares”, aunque no especificó cuál sería esa combinación ganadora. Sin embargo, lo más inquietante fue el anuncio de más medidas populistas que, reflejando la generosidad selectiva del Congreso, perjudicarán la ya debilitada estabilidad fiscal: aumento de las pensiones que administra la ONP y de Pensión 65, además de incrementos para militares, policías y maestros. Y para fines de año, se viene el alza del salario mínimo.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.