Editorial de Gestión. Castillo y su familia no son la primera familia presidencial investigada por la fiscalía. (Foto: Presidencia)
Editorial de Gestión. Castillo y su familia no son la primera familia presidencial investigada por la fiscalía. (Foto: Presidencia)

CORRUPCIÓN. La tarde de ayer la cuñada/hija del presidente Pedro Castillo se entregó a la fiscalía y puso fin a dos días en que el Ministerio Público estuvo tratando de ubicarla, tanto en Palacio de Gobierno como en su vivienda en Cajamarca. Sin embargo, un tema que debería quedar en el ámbito judicial y en el que todos los involucrados, directa e indirectamente, deberían permitir el trabajo de la fiscalía, se ha visto gravemente afectado por la interferencia de Pedro Castillo.

El martes por la noche el mandatario utilizó la figura del mensaje a la Nación para sostener que la fiscalía había montado un show mediático en la búsqueda de Yenifer Paredes “creyendo que con ello van a doblegarme”. Tratando de negar lo innegable —los claros indicios de corrupción— Castillo miente y dice que es “evidente” la “confabulación entre una parte del Congreso, la Fiscalía de la Nación y un sector de la prensa” para “arrebatarle al pueblo peruano su legítimo gobierno”.

En lugar de responder los temas de fondo y explicar cómo es que Hugo y Angie Espino, amigos y jefe de su cuñada/hija se vieron favorecidos con la adjudicación de obras de saneamiento que alcalde de Andía (amigo del presidente) pudo convocar gracias a un decreto supremo firmado por el propio Castillo que le amplió el presupuesto, Pedro Castillo prefiere tapar el sol con un dedo y decir que todo es culpa de la oposición, de la prensa, y de todos los que no lo quieren como presidente.

No contento con ello, el presidente aprovecho su reunión en Palacio con los Ronderos para dar una nueva amenaza “velada” sobre la forma en que gobernará en adelante, asegurando que ahora tomará las decisiones y ya no será respetuoso pues siempre trataron de trabajar de la mano (¿con el legislativo?) “pero (ellos) tenían una agenda propia”. Incluso dejó entrever que para lograrlo contaba con “el pueblo, que desde ayer ha tomado la decisión de autoconvocarse”. ¿El mandatario está insinuando que los ronderos tomarán las calles para protegerlo?, ¿Lo visto anoche al frente del Ministerio Público, cuando un grupo acompañó a Paredes a entregarse, será un adelanto de lo dicho por el presidente?

Castillo y su familia no son la primera familia presidencial investigada por la fiscalía. Algunos ya están presos y con sentencia mientras otros están en juicio. Por eso mal hace el mandatario en victimizarse y quienes lo defienden, en tratar de justificar la corrupción. En ese sentido es de saludar el valor con el que la fiscal de la Nación ha salido a defender la labor del Ministerio Público a pesar de los ataques y amenazas recibidos. El país no merece autoridades corruptas.