De un tiempo a esta parte escucho cada vez más hablar de “economía circular”. Pero, ¿de qué se trata? Para la Fundación Ellen MacArthur, referente de la economía circular a nivel mundial, es “un marco de soluciones sistémicas que hace frente a desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, los residuos y la contaminación”. Suena complejo.
Ellos también indican que “una economía circular desvincula la actividad económica del consumo de recursos finitos. Es un sistema resiliente, bueno para las empresas, las personas y el ambiente”. Más simple.
A mí me gusta: “es una forma de transformar problemas en oportunidades de negocios”.
A inicios del 2023 se publicó la sexta edición del Circularity Gap Report 2023. Este informe indica que la economía global es solo un 7.2% circular. El primero de estos estudios se lanzó en el 2018, en el World Economic Forum en Davos. Allí se indicaba que éramos 9.1% circular. Entonces, a la luz de este reporte, estamos peor.
Se necesita transitar el camino a un mundo más circular. Si no lo hacemos, todos estamos en riesgo.
Sin embargo, ese “dolor” no está necesariamente presente. Escucho a las personas quejarse del tráfico, del precio del pollo, de la inseguridad, de la situación política o de que tienen una agenda complicada. No percibo un sufrimiento por lo poco circulares que somos.
Entonces, ¿cómo promover una cultura más circular?
Creo que el liderazgo en este tema lo pueden y deben tener las empresas. Esto en el marco de dos elementos que históricamente manejan muy bien: riesgos y oportunidades. No hay negocios prósperos en un planeta en caos. Se requiere un espacio sano para elevar la competitividad.
Algunos ideas que propongo:
• Pensar qué hacer “más con menos” es una enorme oportunidad de negocios. Evalúa cómo consumir menos energía y recursos para tu producción.
• Prioriza usar recursos renovables. El precio de la energía solar ha bajado casi siete veces en 10 años.
• Explora cómo rediseñar procesos y productos. Los residuos son un problema de diseño. Si diseñas de forma más eficiente, no tendrás residuos.
• Aplica la biomímesis. Observa, analiza e implementa soluciones inspiradas en la naturaleza para resolver problemas. Un ejemplo es el tren bala de Japón, que utilizó como referencia en su diseño aerodinámico el pico del martín pescador, un pájaro muy veloz.
Aprovechemos estos días de nuevos deseos y compromisos para tener un 2024 más sostenible y circular. Es una enorme oportunidad de negocios rentables y circulares. Se requiere creatividad e ingenio.
* Gerente de Servicios de Sostenibilidad de SGS Perú
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