Escribe: Miguel Leiva, vicepresidente de Research Renta Variable de Credicorp Capital
A inicios del año pasado indicamos que veíamos un alto valor contenido en la BVL que requería que se cumpliera algunas condiciones para liberarse. Entre ellas, indicamos la importancia de no seguir retirando fondos del sistema de pensiones, que las empresas continúen reportando resultados financieros resilientes, a pesar del entorno económico difícil, y que se avance de manera adecuada con la venta de los negocios de Enel en el país, todo lo cual se materializó relativamente bien.
Considerando lo anterior, sumado a un buen desempeño de los metales preciosos, un precio del cobre que mostró una recuperación hacia finales del año y la adquisición de una participación relevante en el accionariado de Buenaventura por parte de la minera Antofagasta, el Índice General de la BVL cerró el 2023 con una ganancia de 25.0% en dólares, ligeramente por debajo de EE.UU. (S&P 500, +26.2%) y por encima de Europa (Stoxx 600, +20.1%), Japón (Topix, +19.2%), Colombia (Colcap, +16.3%), Chile (Ipsa, +13.3%) y China (CSI 300, -11.7%).
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La BVL ha iniciado este año con una ganancia cercana al 1% en dólares, impulsado por acciones del sector construcción y financieras, compensado por retrocesos en electricidad, minería y consumo. Desde el punto de vista fundamental, creemos que el Índice General de la BVL mantendría un comportamiento lateral hasta fin de año, pero con un mayor espacio de alza entre empresas del sector construcción, financieras y algunas empresas del sector consumo con mayor beta; mientras que en el sector minero y electricidad podríamos ver algunas tomas de ganancia.
Para que este escenario se materialice será necesario que se cumplan algunas condiciones como las siguientes: i) que la economía logre un crecimiento igual o mayor al 2%, con un impacto acotado del fenómeno de El Niño, y un banco central que pueda seguir reduciendo su tasa de referencia; ii) un entorno político y social más estable, que permita una recuperación de la confianza empresarial, con la eventual aprobación del retorno a la bicameralidad y un Gobierno que logre reducir los índices de inseguridad; iii) la aprobación de una reforma del sistema de pensiones con criterios técnicos (sin nuevos retiros indiscriminados); y por el lado internacional, una moderación de la inflación global que permita que los principales bancos centrales reduzcan sus tasas de referencia y contribuyan a evitar una fuerte desaceleración de sus economías.
Será importante monitorear estos y otros factores que tienen incidencia directa e indirecta en los fundamentos de las empresas y del país.
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