Profesora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Pacífico
A partir del año 1975, las Naciones Unidas proclamaron el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer para honrar a las 129 mujeres que murieron en 1908 en un contexto de lucha por la equidad de oportunidades y derechos igual al de los hombres. Desde hace varias décadas, y gracias a la perseverante lucha de la mujer, se han logrado algunas victorias; como el derecho al voto, a la formación académica, entre otros.
El 2021 es un año muy especial para el Perú, se celebran los doscientos años de su independencia, la cual nos invita a reflexionar acerca de la libertad como derecho, y en particular, podríamos cuestionarnos si hemos logrado alcanzar una vida libre de violencia.
Lamentablemente, en Perú las cifras e indicadores de violencia familiar y contra las mujeres son alarmantes. Según ONU Mujeres, en nuestro país y previo a la pandemia, una de cada tres mujeres sufría de violencia física o sexual; y al iniciarse el distanciamiento social, las llamadas a las líneas de atención crecieron considerablemente. Durante el 2020, los Equipos Itinerantes de Urgencia (EIU), que son grupos formados desde el Ministerio de la Mujer atendieron 18.439 casos.
Abordar y combatir la violencia es un trabajo de todos, del gobierno, de la academia, y de cada uno de nosotros. Es importante que se generen políticas públicas que promuevan la implementación de soluciones, tanto en el ámbito estatal como privado, para visibilizar, identificar y combatir actos violentos basados en situaciones de desigualdad a partir del campo interdisciplinario de la ciencia de datos. Este gran reto para nuestro país, es viable a partir de la integración de los datos y de la interoperabilidad semántica entre diferentes sistemas de información. Lograr la igualdad en el valor de la información y confrontar problemáticas que atentan contra esta meta debe ser prioritario para formar una sociedad libre de violencia. Y el día que lo logremos, el día de la mujer será una fecha anecdótica e histórica para rememorar lo que no queremos volver a vivir.