Director del Campus UTP Huancayo.
Después de varios meses de confinamiento hemos incorporado nuevas formas de realizar actividades. Si antes de la pandemia fuimos generando nuestra huella digital a través de presencia y reputación en internet y redes sociales, hoy esta debe ser una actividad constante y permanente, ya que las organizaciones han dinamizado sus procesos.
Estadísticas de LinkedIn revelan que el 62 % de profesionales considera relevante esta red o los canales digitales en general. Asimismo, un 64 % de profesionales es captado sin estar en una búsqueda activa, lo que evidencia la importancia de tener un perfil atractivo y optimizado. Este dato lo reafirma CareerArc, que indica que el 91 % de empleadores está usando medios sociales para contratar talento.
Por su lado, Aberdeen Group muestra que el 73 % de los millennials encontró su último trabajo a través de una red social. Ello se complementa con un dato de Glassdoor, que señala que el 79 % de candidatos usa medios sociales en su búsqueda de trabajo.
Todo ello permite afirmar que debemos tener presencia activa en las redes sociales para tener más control sobre nuestra reputación digital. Esto nos genera más visibilidad y oportunidades, crear una red importante de contactos, obtener información relevante y la posibilidad de tener mayor capacidad de difusión.
Tenemos que ser constantes en la construcción de nuestra marca personal con el objetivo de diferenciarnos y conseguir éxito profesional. Una marca es algo que se construye día a día, pues muestra quién eres y lo que te gusta hacer.
Además, podemos complementarlo con el social selling, estrategia de ventas en la que utilizamos los medios sociales para encontrar e interactuar con posibles clientes, ofreciendo contenido de interés y nuestros servicios para así conseguir leads (datos de clientes potenciales).
También usamos los medios sociales para realizar escucha activa y poder ver lo que necesita nuestro público para ofrecer soluciones acordes con sus necesidades.
Finalmente, comparto algunas recomendaciones para optimizar el perfil en LinkedIn: parte analizando The Social Selling Index, que proporciona LinkedIn, para medir tu competencia en esta red social. Revisa tus fotos: sugiero que en la principal muestres tu rostro sonriente; mientras en la del fondo utilices alguna que represente tu actividad profesional.
En cuanto al titular, ten en cuenta que este aparece en las búsquedas de Google. Recuerda comunicar tu propuesta de valor como el cargo que ejerces, las especializaciones realizadas, tu misión, formación, el tipo de relación laboral que tienes actualmente. Y en el puesto actual, coloca tu cargo o las actividades que realizas; de ser posible, enlaza la empresa en la que trabajas.
En el extracto, recuerda que cuentas con 2000 caracteres o 300 palabras, y que debes consignar el resumen de tu trayectoria utilizando palabras claves. Primero coloca lo más relevante, el trabajo actual y las funciones, principales hitos conseguidos, aprendizajes, competencias, tanto las aptitudes como las actitudes, habilidades, destrezas y valores. No olvides que, si tienes una web o material multimedia, debes mostrar los enlaces.
Por último, completa y mantén actualizado todo el perfil incluyendo tu experiencia, educación, logros e intereses. Sé selectivo en tu red de contactos para que esta sea realmente efectiva.