Gerente VP de Marsh Advisory
De acuerdo al último informe de Avance Coyuntural del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) los sectores de minería e hidrocarburos tuvieron una caída de 1.21% durante el último marzo en comparación al mismo periodo del 2021. Frente a este contexto, es necesario que las organizaciones relacionadas a distintas etapas y procesos del sector - tanto en la producción de hidrocarburos, como para aquellas que dependan de dichos elementos - puedan contar con planes de contingencia para enfrentar posibles pérdidas.
Un breve análisis de los principales motivos de esta caída de hidrocarburos se explica por una evolución desfavorable de la actividad minero metálica, que se ha asociado a niveles bajos de producción de plata, oro, zinc, molibdeno y otros. Esto refleja el decrecimiento del promedio de la ley del mineral en las áreas de minado actualmente permitidas. Además, se debió a la escasez de personal relacionada al COVID-19 a inicios del año. En el caso del oro, la producción fue afectada por el agotamiento del mineral, no obstante, con la entrada de nuevos proyectos se esperaba que la producción en el largo plazo se vea compensada.
No obstante, el INEI también informó que hay un aumento de producción del subsector de hidrocarburos en 12.27%, que se generó gracias a la mayor explotación de líquidos de gas natural y del propio gas natural. En cambio, hay una reducción en la producción de petróleo crudo.
Asimismo, las importaciones tuvieron un récord histórico durante el primer trimestre del año registrando un crecimiento de 23.5% respecto al mismo periodo del 2021. Entre los sectores de importación se destaca a los hidrocarburos, que logró US$ 1,947 millones según reportaron asociaciones de comercio internacional.
Pérdidas por origen climático
Además de las causas de la caída en la producción de hidrocarburos, también es necesario destacar las pérdidas monetarias en el sector a nivel mundial, originadas - en parte - por desastres naturales. Según un reciente informe de Marsh sobre las 100 mayores pérdidas en la industria de hidrocarburos, solo en el 2021 los eventos de catástrofes naturales resultaron en pérdidas aseguradas que se estima que superaron los US$ 100,000 millones.
Las instalaciones y la infraestructura suelen estar diseñadas para las condiciones climáticas previstas donde se encuentran, lo que explica en parte por qué el impacto de los fenómenos meteorológicos “atípicos” y extremos es tan pronunciado. Por ello, acciones como comprobaciones específicas del estado de equipos críticos de seguridad, identificación de disponibilidad de las capacidades de recursos e incluso contar con horarios de emergencias para permitir trabajar durante la crisis pueden mitigar los impactos negativos y pérdidas.
La resiliencia de los activos al cambio climático futuro debe evaluarse adecuadamente para identificar y eliminar amenazas. Es de gran importancia que las mejores prácticas relacionadas con la preparación para cambios climáticos extremos se compartan ampliamente a través de informes, conferencias y redes sociales para mejorar las operaciones, el mantenimiento y las actividades de seguridad antes y no después de los fenómenos naturales.