Anatomía de una filmografía

Justine Triet ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes.

07/08/2023 05H30

Durante el día de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 2012, que enfrentaron a François Hollande y Nicolas Sarkozy, una pareja discute. Laetitia, periodista, tiene mucho trabajo, pues debe cubrir los eventos de la jornada políticamente más tensa del año. Vincent, su exesposo, quiere ver a sus hijas. Lo que sigue son horas frustrantes en las que uno buscará doblegar la voluntad del otro. Victoria, una abogada, pasa una noche en una boda. Luego, a uno de sus amigos lo acusan de una agresión sexual que habría ocurrido en la fiesta y él le pide que se encargue de la defensa legal. A la par, su exesposo, un escritor mediocre, redacta historias “ficcionadas” sobre su vida de pareja pasada en un blog. Lo que sigue son meses de cuestionamientos deontológicos, enfrentamientos sobre su derecho a la privacidad y algunos momentos de comedia del absurdo.

Sybil decide dejar a sus pacientes y su profesión como psicóloga para volverse escritora. Mejor dicho, a casi todos sus pacientes. Margot, una actriz conflictuada, la busca y le ruega terapia. Sybil accede y empieza a usar sus sesiones como inspiración para su libro. Lo que sigue son episodios de culpa, aprovechamiento, infidelidad y, otra vez, dilemas éticos. Lo anterior son apretadas síntesis de las tramas de “La batalla de Solferino” (2013), “Los casos de Victoria” (2016) y “Sibyl” (2019), películas dirigidas por la cineasta francesa Justine Triet, quien hace poco se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes 2023 por su último film, “Anatomía de una caída”, que pronto se estrenará en Lima.

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Trilogía

Las tres primeras cintas de Triet muestran un estilo de cine que pone el foco más en el personaje que en la trama. Esto no significa que el hilo narrativo que las soporta sea débil. En todos los casos, las historias personales mostradas son lo suficientemente cautivantes para acompañar el desarrollo de las protagonistas. En una entrevista con Variety, la directora las calificó como una “trilogía que gira en torno al retrato de la mujer”. Se puede afirmar, además —y esto lo hizo notar mi novia Tania hace unos días cuando vimos “Sibyl”—, que las cintas también examinan una colección de hombres que nunca aprendieron a gestionar sus relaciones con las mujeres (“Ocupas demasiado espacio, estás demasiado viva. Reduces mi existencia a la mitad”, le reclama patéticamente uno a Sybil).

La riqueza de sus películas radica, del mismo modo, en la forma en que las protagonistas enfrentan sus dilemas y sus resultados: Victoria es despojada momentáneamente de su licencia de abogada por errores involuntarios en el proceso de defensa de su amigo; Sybil paga la culpa de transgredir el secreto que hay entre paciente y psicólogo, por ejemplo. Lætitia , Victoria y Sybil, a veces, terminan en estas encrucijadas casi deliberadamente. La duda las hace titubear, pero ejercen su libertad. La directora no muestra las consecuencias de estos actos como una especie de sanción moral, sino como un rasgo de temeridad que suma a la fortaleza de sus protagonistas ante las complicaciones de la vida (casi) cotidiana. El de Triet es, sin duda, un cine desafiante y revelador.

Los datos

Muestra. “Anatomía de una caída” será proyectada como parte de la sección Aclamadas del Festival de Cine de Lima PUCP.

Giro. Justine Triet ha dicho que su último largometraje representa “una nueva dirección” en su filmografía.

Historia. El film, que aborda la historia de Sandra, quien es acusada de la muerte de su esposo, ha sido descrito como un “murder mystery” y un drama legal.