En el Congreso de la República pocos temas generan tanto entusiasmo como aprobar un nuevo retiro de los fondos de pensiones de las AFP. En este momento, son 15 los proyectos de ley presentados al Parlamento que solicitan una séptima liberación de los fondos de pensiones y las propuestas vienen de casi todas las tiendas políticas.
Pero la iniciativa que genera mayor consenso entre nuestros padres de la patria es la que permitiría a los afiliados al sistema privado retirar hasta S/19,800 de sus cuentas previsionales. Esto significaría, en términos gruesos, que salgan del sistema cerca de S/30,000 millones, según cálculos de las Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Hay mucho que discutir desde el punto de vista técnico y, sobre todo, del impacto que esto ya está generando en diferentes áreas, como bien lo explica el CEO de Credicorp, Gianfranco Ferrari en una amplia entrevista que publicamos en esta edición. Sin embargo, me gustaría centrarme en el aspecto político del asunto.
¿Por qué emociona tanto a los congresistas impulsar este tipo de leyes? Para los micrófonos, los parlamentarios sostienen que buscan ayudar a los trabajadores que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que necesitan ese dinero para enfrentar el mal momento que atraviesa el país.
Pero, claramente, este es un argumento falaz porque el grupo de trabajadores vulnerables o en situación de desempleo ni siquiera está afiliado a una AFP. Y los que podrían retirar en esta séptima oportunidad son los que se encuentran en mejor situación. Hay que recordar que ya hay 2 millones de aportantes con saldo cero en este momento, según la SBS.
Entonces, ¿cuál es la verdadera razón para promover estos retiros? En un análisis simple, podríamos pensar que buscan levantar en algo esos paupérrimos niveles de aprobación ante la ciudadanía que en el mejor de los casos llegan al 10%. Pero seamos realistas, eso no ha pasado con los seis retiros anteriores y nada indica que pase esta vez.
¿Si el tema no pasa por mejorar su aprobación, cuál es la obsesión de nuestros padres de la patria? Una amiga con mucho conocimiento del tema, desde el punto de vista técnico y político, me lo explicó con mucha claridad hace unos días: “Obviamente, tapar sus cochinadas”
La idea es mover los reflectores de la discusión. Desde las fiestas en las que participan Congresistas y acaban con asesinatos, la fuga de líderes políticos para no responder ante la justicia o los ya conocidos blindajes a los mochasuedo dentro del parlamento, solo por mencionar algunos casos muy puntuales.
Pero para tapar todo eso necesitarían no un séptimo retiro, probablemente tendrían que impulsar cien retiros más, liberar la CTS para toda la vida, elevar el sueldo mínimo a S/5,000 (cosa que no pueden hacer, pero lo harían si pudieran) y, créanme, ni así podrían ocultar el deterioro al que ha llegado el parlamento y la seria desconexión que tienen con las reales preocupaciones ciudadanas.
También es cierto, que urge una reforma del sistema de pensiones en su conjunto (público y privado) debido a las serias fallas que presenta el modelo actual. El Ministerio de Economía presentó esta semana su propuesta y hay un proyecto interesante planteado por la congresista Rosangella Barbarán. El debate se debería centrar en estas ideas y no en “tapar cochinadas” como bien decía esta amiga.