Los datos de la última fase de un estudio de una vacuna experimental contra el COVID-19 de Sanofi y GSK muestran que la inyección confiere protección contra la variante ómicron, informaron las empresas el viernes.
La vacuna bivalente se dirige a la variante Beta -identificada por primera vez en Sudáfrica- así como a la cepa original del virus.
En un ensayo en el que participaron 13,000 adultos, la vacuna -basada en la proteína recombinante y el adyuvante AS03 de GSK- demostró una eficacia de 64.7% contra el COVID sintomático, y de 72% contra las infecciones causadas específicamente por la variante ómicron.
Cuando se utilizó en personas que ya habían tenido COVID, los resultados fueron más contundentes. La vacuna mostró una eficacia de 75.1% contra el COVID sintomático y de 93.2% contra los casos sintomáticos confirmados por ómicron, dijeron las empresas.
“La vacuna de Sanofi-GSK es la primera candidata que demuestra su eficacia en un ensayo controlado con placebo en un entorno de alta circulación de variantes de ómicron”, dijo Sanofi en un comunicado.
A principios de este mes, la vacuna bivalente demostró en dos ensayos su potencial para proteger contra las principales variantes preocupantes del virus -Omicron BA.1 y BA.2- cuando se utiliza como refuerzo.
Sanofi y GSK, dos de los mayores fabricantes de vacunas del mundo, esperan hacerse un hueco en el mercado de las vacunas de nueva generación contra el COVID centradas en las variantes, tras haber quedado por detrás de Moderna, AstraZeneca y Pfizer-BioNTech, en la carrera original para contener la pandemia.
Los nuevos datos que respaldan la vacuna bivalente se presentarán a las autoridades reguladoras con la esperanza de que la inyección esté disponible a finales de este año, dijeron las empresas.