El brazo ejecutivo de la Unión Europea está trazando una vía para poner fin a la dependencia del bloque del gas ruso, que podría reducir las necesidades de importación en casi un 80% este año, según dos funcionarios con conocimiento del asunto.
La Comisión Europea está revisando su estrategia energética tras la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladímir Putin, en un esfuerzo por reducir la influencia del Kremlin.
El plan, que se presentará el martes, propondrá medidas como el aprovechamiento de nuevos suministros de gas y el aumento de la eficiencia energética este año, dijo uno de los funcionarios, y tiene como objetivo lograr la independencia del mayor proveedor de combustible fósil de la región mucho antes del 2030, antes de las proyecciones anteriores.
Para que el plan tenga posibilidades de éxito, necesitará la acción de los Estados miembros, muchos de los cuales ya se sentían incómodos con la inversión requerida para los planes de transición energética de la Comisión y ahora se esfuerzan por contener el impacto político del aumento de los costos de la energía.
En las semanas previas a la guerra, la escasez de gas impulsó los costos de la energía a niveles récord, lo que hizo que el tema pasara a ocupar un lugar destacado en la agenda de la UE. Los Gobiernos europeos ya han gastado decenas de miles de millones de euros para proteger a los consumidores y las industrias del impacto de la crisis, y los precios volvieron a subir el lunes.
La Comisión considera que la UE ya tiene suficiente gas para pasar el resto del invierno, incluso en caso de que se interrumpa bruscamente el suministro ruso. El brazo ejecutivo del bloque recomendará a los Estados miembros que empiecen a llenar los tanques de almacenamiento para estar preparados para el próximo invierno.
La Comisión está dispuesta a afirmar que la aceleración del “Pacto Verde”, la amplia estrategia del bloque destinada a alcanzar la neutralidad climática en el 2050, reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuirá la dependencia de los combustibles fósiles importados y protegerá la economía de los aumentos de precios, según el funcionario, que pidió no ser identificado, ya que las discusiones sobre la estrategia son privados. Las propuestas todavía pueden cambiar antes de que sean adoptadas.
Como parte del cambio limpio, la UE está debatiendo actualmente un conjunto de leyes para cumplir el objetivo más estricto de 2030 de reducir los gases de efecto invernadero en al menos un 55% respecto a los niveles de 1990. La plena aplicación de las normas “Apto para 55″ reduciría el consumo de gas de la UE en esta década en un 23%, lo que equivale a 82,000 millones de metros cúbicos.
Los planes que se presentarán el martes agregarían un aumento de las importaciones de GNL y de los suministros de gasoductos desde fuera de Rusia, más gases renovables, ahorro de energía y un cambio hacia la electrificación. Todo ello permitirá a la UE reemplazar los 155,000 millones de metros cúbicos de gas que actualmente importa de Rusia por 112,000 millones este año.
Hasta 50,000 millones de metros cúbicos al año procederán de nuevas fuentes de GNL, 10,000 millones de metros cúbicos llegarán a través de gasoductos de otros proveedores y 20,000 millones de metros cúbicos provendrían de nuevas capacidades de energía eólica que reducirán la demanda de centrales eléctricas de gas.
El impulso puede significar objetivos más ambiciosos para el 2030 en materia de energías renovables y eficiencia energética. La Comisión también va a dar prioridad a la conexión de los gasoductos de la Península Ibérica con el resto de Europa y a la conexión de Bulgaria y Grecia.
Aunque la UE se ha unido a Estados Unidos y al Reino Unido en la imposición de amplias sanciones al Kremlin, el sector energético ruso ha quedado hasta ahora muy protegido debido a la preocupación por el impacto en la economía europea. Los ministros han hablado de seguir a la UE en la prohibición de las importaciones de petróleo de Rusia, pero no hay un consenso claro y el canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho que los suministros rusos por ahora siguen siendo “esenciales”.
La eliminación del petróleo y el carbón rusos puede ser más simple que la del gas, ya que la UE tiene una gama más amplia de proveedores alternativos a los que puede recurrir, dijo el funcionario.
El brazo ejecutivo de la UE proporcionará a los Estados miembros una guía detallada sobre cómo diseñar medidas de precios regulados que protejan a los consumidores minoristas y a las empresas más pequeñas. También anunciará planes para un marco temporal que permita apoyar la liquidez de las empresas afectadas por la crisis. Para financiar estas medidas, los Estados miembros podrían considerar la posibilidad de imponer impuestos temporales sobre las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas.
Para garantizar la reposición de las agotadas reservas de gas del bloque, la Comisión tiene previsto presentar antes de abril una propuesta para exigir que las instalaciones de almacenamiento existentes en el territorio de la UE se llenen al menos hasta el 90% de su capacidad antes del 1 de octubre de cada año. Dado que los precios de referencia del gas para el verano siguen siendo elevados, la UE propondrá aumentar el nivel de reembolso al 100% como incentivo para rellenar el almacenamiento.
La Comisión también ofrecerá coordinación para construir las reservas mediante la adquisición conjunta de gas.