Ucrania y Moscú se acusaron mutuamente el sábado de haber atacado la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ocupada por tropas de Moscú y objeto de repetidos combates desde hace una semana.
“¡Reduzcan su presencia en las calles de Energodar! Hemos recibido noticias de nuevas provocaciones por parte de los ocupantes” rusos, explicó en Telegram la agencia nuclear ucraniana, Energoatom, que publicó un mensaje de un dirigente local de la ciudad de Energodar (controlada por Kiev) cerca de la cual se encuentra Zaporiyia.
“Según los testimonios de los habitantes, hay nuevos bombardeos en dirección de la central nuclear de Zaporiyia (...) El intervalo entre la salida y la caída de los disparos es de 3 a 5 segundos”, añaden en el mensaje.
Por su parte, las autoridades de ocupación instaladas por Rusia en las zonas del sur de Ucrania acusaron a Kiev de estar detrás de los ataques.
“Energodar y la central nuclear de Zaporiyia están bajo fuego de militantes (del presidente Volodimir) Zelenski”, declaró en Telegram Vladimir Rogov, miembro de la administración militar y civil prorrusa.
Los proyectiles cayeron “en zonas situadas en las orillas del Dnieper y en la central”, afirmó Rogov, sin dejar víctimas ni daños.
Desde la semana pasada, ambos países se acusan de la autoría de los bombardeos contra la central de Zaporiyia, que hacen temer una catástrofe nuclear.
El primer ataque, que tuvo lugar el 5 de agosto, dañó un transformador eléctrico de alta tensión, lo que provocó la parada automática del reactor Nº3 de la mayor central de Europa.
Los últimos bombardeos datan de este jueves y provocaron desperfectos en una estación de bombeo y en sensores de radiación.
Las autoridades ucranianas, con el apoyo de sus aliados entre las potencias occidentales, piden la retirada de las tropas rusas de la zona y que sea desmilitarizada, ante lo que Zelenski califica de “chantaje nuclear ruso”.