Ucrania perdió cerca del 15% de su capacidad de almacenamiento de granos en la guerra con Rusia, lo que amenaza su papel como proveedor clave de alimentos para el mundo, reveló un nuevo informe el jueves.
El Observatorio de Conflictos respaldado por el gobierno de Estados Unidos afirma que los rusos incautaron espacio de almacenamiento equivalente a 6,2 millones de toneladas y que una capacidad para 2,2 millones de toneladas en poder de Ucrania fueron destruidas.
En total, la guerra ha eliminado unas 8,5 millones de toneladas de las 58 millones que puede almacenar, amenazando la capacidad futura de producir suministros cruciales de trigo, maíz y aceite de girasol al mercado mundial, según el informe.
Como resultado, los granjeros se están quedando sin espacio para almacenar sus envíos, lo que podría desincentivar plantaciones para la próxima cosecha, especialmente del trigo de invierno, señala el reporte.
“El daño y la incautación de la capacidad de almacenamiento por parte de Rusia y de las fuerzas aliadas rusas amenazan con convertir la actual crisis agraria de Ucrania en una catástrofe”, pronostica el informe.
“Millones de personas alrededor del mundo dependen de los productos agrícolas ucranianos y son directamente impactados por el alza de precios en el mercado global, causada por la escasez relacionada con la invasión rusa de Ucrania”.
El reporte, elaborado para el Observatorio de Conflicto por el laboratorio de investigación humanitaria de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, junto con el Laboratorio Nacional Oak Ridge, usó fotografías satelitales y algoritmos de detención para evaluar el daño a las instalaciones de almacenamiento como silos y ascensores de grano a lo largo de Ucrania.
Encontró que incluso un daño parcial en la instalación puede arruinar cosechas almacenadas.
La mayoría de las instalaciones ocupadas o dañadas están en Mykolaiv, Zaporiyia y el óblast de Donetsk, y la mayor parte estaban cerca de centros de transporte, lo que sugiere que fueron averiadas en ataques dirigidos y deliberados.
“Apuntar indiscriminadamente a infraestructura dedicada al almacenamiento de cosecha puede constituir un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad bajo la ley internacional”, advierte el informe.