Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que Robert O'Brien, actual enviado especial presidencial para Asuntos de Rehenes en el Departamento de Estado, será su nuevo asesor de seguridad nacional.
"Me complace anunciar que nombraré a Robert C. O'Brien, que actualmente se desempeña exitosamente como enviado especial Presidencial para Asuntos de Rehenes en el Departamento de Estado, como nuestro nuevo asesor de Seguridad Nacional. He trabajado mucho y duro con Robert. ¡Hará un gran trabajo!", dijo Trump en su cuenta de Twitter.
O'Brien asumirá el cargo para sustituir a John Bolton, que fue despedido de forma fulminante el pasado 10 de septiembre por Trump después de meses de desacuerdos en temas clave de su política exterior.
Robert O'Brien se convertirá en el cuarto asesor de Seguridad Nacional a las órdenes de Trump, después de la salida de los generales del Ejército Michael Flynn y H.R. McMaster y de Bolton.
El puesto de asesor presidencial de Seguridad Nacional, que no requiere de la confirmación del Senado estadounidense, es uno de los más influyentes del gobierno en términos de relaciones exteriores.
O'Brien será el encargado de varios cientos de especialistas del Pentágono, el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia de Estados Unidos, con el objetivo de determinar qué acciones benefician más a los intereses del país.
En los últimos días, Trump había barajado el nombre de varios candidatos para sustituir a Bolton, como el general mayor Ricky Waddell o la subsecretaria de Energía para Seguridad Nuclear, Lisa Gordon-Hagerty.
La relación entre Trump y Bolton llevaba deteriorándose al menos desde mayo, cuando el presidente dio señales de frustración por la falta de resultados a la hora de derrocar a Nicolás Maduro, después de que Estados Unidos iniciara en enero una campaña internacional para aupar al poder a Juan Guaidó.
Poco antes de entrar en la Casa Blanca el año pasado, Bolton había abogado por declarar la guerra a Corea del Norte e Irán, y siempre contempló con un marcado escepticismo el proceso de distensión con Pyongyang, que para Trump se convirtió rápidamente en un tema prioritario de su política exterior.
Tras chocar públicamente con Trump en cuanto a los ensayos armamentísticos norcoreanos en mayo, Bolton decidió viajar en junio a Mongolia en lugar de acompañar al mandatario a la frontera intercoreana, donde se reunió de nuevo con el líder Kim Jong-un.