El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió que fue él quien financió el pago de US$ 130,000 que su abogado personal, Michael Cohen, entregó a la actriz porno Stormy Daniels, aunque defendió que es legal porque "no tuvo nada que ver con su campaña".
Trump reconoció en Twitter que reembolsó a Cohen el dinero que este entregó a Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, en octubre del 2016, en la recta final para las elecciones y cuando la imagen del millonario estaba muy dañada por comentarios sexistas y acusaciones de acoso.
El hecho de que el pago se produjera justo antes de las elecciones ha provocado una gran controversia, puesto que grupos como Common Cause afirman que ese dinero buscaba mejorar la imagen de Trump como candidato y, por tanto, es una donación de campaña no declarada, lo que viola las leyes de financiación electoral.
En Twitter, Trump admitió hoy por primera vez su implicación directa en el pago a Daniels, lo que contradice declaraciones anteriores, en las que negó cualquier conocimiento del asunto.
Por ejemplo, en abril, a bordo del avión presidencial Air Force One, Trump aseguró que no sabía de dónde Cohen había sacado los US$ 130,000 para pagar a Daniels.
Ahora, Trump reconoció que hizo pagos mensuales a su abogado para devolverle los US$ 130,000 que él había adelantado para sellar un acuerdo de confidencialidad con la actriz porno y evitar que hablara de las relaciones que supuestamente mantuvo en el 2006 con el magnate.
"El señor Cohen, un abogado, recibía un fondo mensual, no de mi campaña y sin tener ninguna relación con esta, en la que él (Cohen) participó, sino como un reembolso, un contrato privado entre dos partes. Estos acuerdos son muy comunes entre celebridades y gente con recursos", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El mandatario aseguró que el acuerdo de confidencialidad se produjo para frenar "las acusaciones falsas y extorsionadoras" de la actriz, que ha interpuesto una demanda para anular ese pacto que considera invalido porque solo fue firmado por Cohen y no lleva la rúbrica de Trump.
El presidente reaccionó a ese litigio legal en Twitter y aseguró que el acuerdo sigue vigente, por lo que puede usarlo para pedir una indemnización a la actriz, que a su juicio ha violado el pacto al hablar de la supuesta relación en varias entrevistas, incluida una en el programa "60 minutos" de la cadena CBS.
Trump insistió en que el acuerdo con Daniels era "privado" y que "el dinero de la campaña o de las contribuciones de campaña, no jugaron ningún tipo de papel en esta transacción".
Las explicaciones del presidente llegaron después de que su nuevo abogado y antiguo alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, hiciera el miércoles por la noche unas polémicas declaraciones en la cadena Fox, en horario de máxima audiencia, y que contradicen la versión que la Casa Blanca había mantenido sobre el asunto.
Inesperadamente, Giuliani reconoció que Trump reembolsó a Cohen los US$ 130,000 que recibió Daniels, aunque aseguró que el presidente no conocía los detalles del pacto de confidencialidad.
En concreto, al ser preguntado sobre si Trump sabía de ese acuerdo, Giuliani contestó: "Él no sabía nada específico, hasta donde yo sé. Pero él sabía sobre el acuerdo en general, es decir, que Michael se encargaría de cosas como esta".
Giuliani argumentó que personas como Trump son "gente ocupada" y confían en sus abogados para que resuelvan ese tipo de asuntos.
De hecho, en otra entrevista hoy en la cadena Fox, Giuliani aseguró que Trump solo supo "hace quizás diez días" que los US$ 130,000 que dio a Cohen eran, en realidad, para Daniels.
En su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, se negó a detallar cuándo Trump supo del pago a la actriz porno y se limitó a decir: "Esa es una información que el presidente no conocía en ese momento, pero de la que acabó teniendo conocimiento".
Las declaraciones de Giuliani el miércoles pillaron por sorpresa a Huckabee Sanders, que aseguró que tuvo conocimiento por primera vez del papel de Trump tras escuchar la entrevista.
En última instancia, la responsabilidad de decidir si el pago a Daniels fue una contribución ilegal a la campaña de Trump recae en la Comisión Federal Electoral (FEC), que ha perdido cierto poder en los últimos años y se limita a multar a quienes violan las leyes de financiación electoral.
No obstante, si Trump se viera obligado a testificar sobre su historial sexual bajo juramento, deberá tener en mente el precedente de Bill Clinton (1993-2001), quien fue sometido a un juicio político por haber mentido bajo juramento sobre sus relaciones con la becaria Monica Lewinsky.