Decir Togliatti en Rusia trae de inmediato a la imaginación la gigantesca fábrica de vehículos Avtovaz, donde se produce el legendario modelo Lada. Pero debido a las sanciones internacionales, los obreros temen ahora que su nivel de vida se venga abajo.
En un pequeño apartamento del barrio Avtozavodsky, situado alrededor de la tentacular fábrica que produce el Lada, se ve a obreros sentados a la mesa bajo las banderas rojas de su sindicato Edinstvo (Unidad).
“Es una ciudad-fábrica. Todo el mundo trabaja o para la fábrica o para la policía”, dice Alexandre Kalinin, 45 años, conductor de montacarga desde hace quince años en Avtovaz, gigante del sector automotriz que la alianza Renault-Nissan controla en un 68%, junto al Estado ruso.
“Para Togliatti, la fábrica es todo. Toda la ciudad fue construida alrededor” en la época soviética, cuenta Irina Mialkina, de 33 años, quien trabaja en un depósito de repuestos desde hace 11 años.
La construcción de la fábrica comenzó en 1966 con el apoyo de Fiat en esta ciudad bautizada con el nombre del líder comunista italiano Palmiro Togliatti.
Esta ciudad conoció la gloria en la época soviética, el caos de los años 1990, luego un renacimiento en los años 2010 con Renault.
Con la ofensiva rusa en Ucrania y las sanciones económicas internacionales que siguieron, Togliatti y sus obreros se preparan a nuevas horas sombrías.
“Cuando comencé, estaba llena de entusiasmo, esperaba un buen ingreso. Lo espero aun”, dice Irina, mostrando una sonrisa triste. Mientras tanto, el salario baja.
Debido a las sanciones, los componentes y los repuestos ya no llegan. Los obreros están en desempleo técnico, pagados dos terceras partes. Irina gana 13,000 de sus 20,000 rublos mensuales, o sea menos de 140 euros.
Trabajadores pobres
“El alza de los precios es enorme y la gente está nerviosa”, señala, pues la inflación se ha incrementado.
En el 2018, el futuro parecía sin embargo radiante. Renault traía a la prensa para visitar su nueva joya industrial en el Volga, renovada con mucha inversión.
Pero se registraron también recortes de personal. En la época soviética había 120,000 empleados, que se redujeron a 70,000 en diez años y luego a 40,000, en una ciudad de 700,000 habitantes.
“Hubo muchos problemas relacionados con la salida de empleados, pero había sin embargo una tendencia positiva clara. Un gran fabricante automotriz ruso estaba naciendo”, dice Andrei Iakovlev, de la Alta escuela de economía de Moscú.
El sueño se diluyó en medio de la ofensiva en Ucrania. Los empleados están obligados a tomar en abril sus tres semanas de vacaciones de verano, mientras Renault reflexiona a una salida para Avtovaz.
Ningún responsable del gigante industrial ruso desea hablar. Cuando la AFP filmaba en los alrededores de la fábrica, el servicio de seguridad de Avtovaz llamó a la policía que interrogó a los periodistas y los llevó a la comisaría.
Aunque por ahora no hay despidos, muchos trabajadores ya se ven obligados a tomar otro empleo.
Leonid Emchanov, de 31 años, mecánico que gana un salario que considera “indigno”, debe tener otro trabajo como guardián para poder alimentar a la mujer y dos hijos.
Partir
El hundimiento de Avtovaz sería también el de una parte de la historia industrial rusa.
En un garaje subterráneo, dos hombres en uniforme azul de trabajo se aplican en las entrañas de un Lada Niva de los años ochenta, el mítico 4x4, cuya carrocería recién pintada luce un brillante color rojo.
“Desde la infancia, toda mi vida está relacionada con la fábrica. Mi tío vino a trabajar en los años setenta, luego mi padre, mi madre y yo seguimos ese camino. Todos nuestros familiares en Togliatti trabajan en la fábrica y yo trabajé también ahí. No tenía otra opción, todo está relacionado con la empresa”, dice Sergueï Diogrik.
A los 43 años, se ocupa del club Lada History, que reúne a aficionados del auto soviético en el mundo entero. Un tiempo trabajador en mecánica, ahora se dedica a la restauración de autos Lada de época.
“Era una producción potente. El récord a comienzos de los años ochenta fue de 720,000 autos anuales”, afirma, frente a cerca de 300,000 vehículos producidos en el 2021 en Togliatti, según el gabinete Inovev.
El investigador Yakovlev prevé que Avtovaz “se concentrará en modelos cuya producción sea totalmente local” y luego “contactarán a los chinos”. Pero Avtovaz y su fábrica necesitarán de dos a tres años para reinventarse de nuevo.