El economista Marcelo Varela cuestiona el TLC con el gigante asiático pues considera que “no está atado en la práctica a políticas de desarrollo (del sector productivo), políticas públicas (sino que) está atado a intereses de exportadores e importadores”.
El economista Marcelo Varela cuestiona el TLC con el gigante asiático pues considera que “no está atado en la práctica a políticas de desarrollo (del sector productivo), políticas públicas (sino que) está atado a intereses de exportadores e importadores”.

Ecuador prepara un salto con garrocha. Impulsado por el Tratado de Libre Comercio (TLC) que acaba de cerrar con China intentará alcanzar un acuerdo similar con Estados Unidos, su principal socio.

Esperamos que esto sea una señal de que buscamos seriamente alcanzar un acuerdo con ese mercado (estadounidense), que para nosotros es muy relevante”, dijo a la AFP el viceministro de Comercio Exterior, Daniel Legarda.

El presidente Guillermo Lasso, un exbanquero de derecha, anunció el martes haber “concluido exitosamente” el TLC con China, un acuerdo que permitirá a las “industrias” ecuatorianas “adquirir maquinaria e insumos a menores costos”.

La negociación con el segundo socio comercial de Ecuador duró diez meses y la de Estados Unidos está en la mira.

Legarda señaló que el tratado con Pekin implicará un incremento de hasta el 20% de las exportaciones nacionales al mercado chino.

Las ventas a China crecieron de US$ 4,075 millones en el 2021 a 5.005 millones de enero a octubre de 2022, según los datos más recientes del Banco Central local. Las compras aumentaron de 5,092 millones a 5,381 millones, en el mismo periodo.

“La gran oportunidad de Ecuador está en el mundo”, aseguró Lasso, quien busca una apertura comercial más amplia que incluya a Estados Unidos, Costa Rica, Corea del Sur y Canadá.

Presión sobre Estados Unidos

Lasso inició las negociaciones del TLC con China en febrero de 2022, durante una visita a Pekín con ocasión de los Juegos Olímpicos de invierno. Y en diciembre hizo un viaje oficial a Estados Unidos, un país con el que alcanzó US$ 7,621 millones en exportaciones y 5,959 millones en importaciones con corte a octubre de 2022.

Hay una acogida favorable pero debemos de tener paciencia”, dijo el mes pasado a AFP el presidente Lasso en Washington sobre un acuerdo con Estados Unidos.

El economista Marcelo Varela cuestiona el TLC con el gigante asiático pues considera que “no está atado en la práctica a políticas de desarrollo (del sector productivo), políticas públicas (sino que) está atado a intereses de exportadores e importadores”.

Pero “llevar a cabo un acuerdo rápido con China llevará a presionar a que Estados Unidos firme un acuerdo”, expresó Varela a la AFP.

Con una creciente influencia sobre América Latina, China se convirtió durante la gestión del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) -un duro crítico de los TLC y de Washington- en el mayor financista de Ecuador. Entonces, la deuda alcanzaba los US$ 5,000 millones (un 4% del actual PBI).

En septiembre, el gobierno de Lasso consiguió ampliar los plazos de pago y bajar las tasas de interés de pasivos con dos bancos chinos por 3.227 millones de dólares.

Sin alineaciones

Para Alberto Acosta Burneo, del consultor Grupo Spurrier, la postura de Ecuador -que desde 2017 mantiene un acuerdo comercial con la Unión Europea- ha sido “no alinearse directamente con ninguna de las potencias, sino buscar una relación con todos los países”.

Estados Unidos es el principal destino de nuestras exportaciones totales y China el (mayor) destino de nuestras exportaciones no petroleras. Los dos mercados son extremadamente importantes para Ecuador”, señaló a la AFP Acosta Burneo.

El banano ecuatoriano será uno de los grandes beneficiados del TLC con China, en épocas en las que la exportación mundial de la fruta perdió competitividad por el aumento de precios de los fletes.

China tenía un política arancelaria bastante cambiante”, estimó Acosta Burneo, añadiendo que con el acuerdo “se eliminan esos aranceles y se acaba además esa variabilidad, lo que da un entorno más estable para las exportaciones ecuatorianas”.

Legarda indicó que el TLC con China también contempla la protección de algunos sectores nacionales considerados “sensibles” como del calzado, textil, agrícola y cerámica.

Este proceso tiene su dificultad, pero es un proceso en el que termina ganando el país porque lo que obligan los acuerdos comerciales es a seguir trabajando en competitividad, en seguir especializándose”, sostuvo Acosta Burneo.

La firma del acuerdo se dará en cuatro meses tras procesos como la formalización de las ofertas, según Quito.

Fuente: AFP

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