El sistema financiero chileno permanece solvente y con niveles de liquidez adecuados en escenarios adversos, como de tensión severa, en medio de un entorno local marcado por el ajuste de la economía tras la recuperación pospandemia y un entorno global aún incierto, sostuvo el Banco Central.
En su Informe de Estabilidad Financiera (IEF), el banco dijo que el principal riesgo financiero para las economías emergentes es que cambios en la percepción de los mercados sobre ajustes de la Reserva Federal, o nuevas tensiones, gatillen aumentos en la aversión al riesgo con la consecuente salida de capitales o episodios de alta volatilidad.
Mientras, en el plano local, la principal vulnerabilidad proviene de un mercado de capitales menos profundo, lo que ha reducido su papel estabilizador frente a presiones financieras externas.
“El sector bancario se presenta resiliente, con riesgos contenidos y elevados niveles de provisiones, liquidez, capital y rentabilidad”, indicó el organismo en su informe del segundo semestre.
“Las pruebas de estrés muestran que los bancos permanecerían solventes y con liquidez adecuada para enfrentar la materialización de escenarios de tensión severos”, añadió.
LEA MÁS: Perú y Chile, el panorama de inversión entre ambos países en medio de la política de Castillo y Boric
El Banco Central ya había alertado sobre el efecto en los mercados de capitales de los masivos retiros de ahorros para pensiones, aprobados en tres oportunidades entre 2020 y 2021 como medida paliativa frente al impacto en hogares de la pandemia de COVID-19.
“Pese a los avances en la resolución de los desequilibrios acumulados en los últimos años —y la reciente moderación en la pérdida de profundidad del mercado de capitales local—, este continúa con una menor capacidad para proveer financiamiento de largo plazo y requiere de esfuerzos adicionales para restaurar su rol amortiguador”, señaló.
El reporte indica que las colocaciones han reducido su dinamismo, lo que es coherente con el proceso de normalización de los desequilibrios de la economía, condiciones de oferta más restrictivas y una demanda debilitada, mientras que si bien la morosidad ha aumentado, sigue en niveles bajos.
“Los bancos se han ido preparando ante un potencial mayor deterioro de la cartera de crédito, aumentando sus provisiones”, aseveró el banco.
Con información de Reuters