Este 24 de febrero se cumplió un año desde que Vladimir Putin inició la invasión contra Ucrania. La madrugada fue el momento perfecto para iniciar los bombardeos; las fuerzas rusas cruzaron la frontera y las regiones más afectadas fueron Odesa, Jerson y Donetsk.
Mientras el presidente ruso solo anunciaba una “operación militar especial” en la región de Donbás, las imágenes relataban escenas de guerra, las cuales amenazaban con llegar a Kiev, capital de Ucrania.
Con el paso de los meses, se abrieron corredores humanitarios y diferentes países enviaron ayuda a Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano que se volvió en un símbolo de la invasión.
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Ante el grito de auxilio, organizaciones y países como la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, entre otros, empezaron a trabajar en sanciones económicas para empujar a Rusia a su rendición. Sin embargo, un año después aún queda mucho por hacer.
Sanciones vs. Rusia
Según Farid Matuk, exjefe de la INEI, Europa tuvo más iniciativa que EE.UU. al momento de anunciar las sanciones, sobre todo por la idea de sacar a Rusia del Swift (Organización que opera una red internacional de comunicaciones financieras) y no permitir que se realicen transacciones internacionales. “Sin embargo, Putin siempre encontró una salida”.
Para Juan Carlos Ladines, profesor de Negocios Internacionales de la Universidad Pacífico, las sanciones han tenido el efecto de neutralizar los avances rusos. “Es una manera de mandar un mensaje claro de que no vamos a tratar con una persona que intenta mantener una guerra ilegal”.
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Desempeño de la economía rusa
Francisco Belaunde, internacionalista y profesor de la Universidad San Ignacio de Loyola, comentó que las medidas tomadas por la presidenta del Banco Central Ruso, Elvira Babiúllina, permitieron estabilizar el rublo en corto tiempo.
“Cuando inició la guerra se previno que Rusia iba a retroceder su economía en un 8%, pero según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el retroceso es de un poco más de 2.2%”, relata.
Además, Putin decidió usar otros sectores para que la economía rusa salga a reflote. “las ventas iba al mercado europeo, pero ahora va al medio oriente. Incluso ha desarrollado pactos con China por cereales”, señala Ladines.
Aún así, las estadísticas rusas se debe tocar con pinzas. El país no ha presentado cifras oficiales y no se puede hacer un balance total de cómo está la economía. “La industria bélica se ha puesto como contribución, pero la economía civil está en mala situación”, agrega el profesor de la Universidad Pacífico.
El mercado de granos
Desde que inició la guerra, la ONU y la Unión Europea hicieron que Moscú y Kiev firmen un acuerdo que asegure la exportación de granos.
Y es que, la escasez mundial de alimentos se sintió ya que Ucrania es uno de los mayores productores de granos y semillas oleaginosas del mundo.
La obstaculización de los envíos jugó un papel importante en la inflación global, la que ya estaba perjudicada por la pandemia de COVID-19, y las sequías en América y Europa.
En una reunión de mayo del 2022, la UE dio el uso de corredores solidarios en el Mar Negro para que la exportación de granos vuelva y países como Turquía ayudaron en el pase libre de las embarcaciones que fueron a dar a África, uno de los continentes más afectados por la guerra.
Sin embargo, pese a que hay un acuerdo, el precio de las mismas se han incrementado con el paso del tiempo. El trigo subió US$ 17,64 y la tonelada se cotizó a US$ 358,62. Mientras que el maíz también subió US$ 11,32, llegando a cotizarse US$ 285,91 la tonelada.
Un nuevo mercado vs. crisis interna
Ante la llegada de las sanciones, Putin dejó en claro que podría recortar el gas y petróleo a Europa. La amenaza hizo que el canciller alemán Olaf Scholz mantenga una respuesta tibia ante la invasión. Al final la venta se dio en partes, mientras Rusia buscaba nuevos compradores: China e India.
“China logró un acuerdo, pero India pensó en comprar el petróleo y tener un pacto con los rusos. Es ahí que EE.UU. amenaza con que el país tendría serios problemas si accede a una negociación”, comenta Ladines.
Pese al “mágico crecimiento ruso”, la situación interna es crítica.
El desempleo, inflación y control de créditos simula lo vivido en la URSS. A esto se suma la fuga de talentos. “Muchos rusos capacitados se han ido del país, hablamos de técnicos y profesionales que se fueron. Es algo que se va a recuperar muy lentamente, ya que muchos no piensan volver”, advierte Belaunde.
Además, las manifestaciones que hay en contra del gobierno ruso por seguir la invasión y la obligación a los jóvenes de ir a la guerra, se han convertido en malestares sociales que no dejan de hacer ruido Putin.
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El precio del petróleo y el gas
Ante el inicio de la guerra y las sanciones, Rusia empezó a recortar el suministro de gas a Europa de cara al invierno. Gazprom, la estatal rusa de gas, señaló que reduciría a la mitad el flujo del gaseoducto Nord Stream 1 hacia Alemania.
Por su lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunció la prohibición de las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia.
La medida fue seguida por la Unión Europea, la cual pidió que se ahorre los hidrocarburos para el invierno. Y es que, cerca del 40% del gas natural que usa la UE se la brindaba Rusia.
Para el 19 de diciembre del 2022, los ministros de Energía de la UE acordaron nuevas normas para un mecanismo de corrección del mercado donde se maneje la estabilidad.
Es así que se fijó un tope al precio del petróleo: 60 dólares estadounidenses por barril. Esto para limitar las subidas bruscas y se estabilicen los precios mundiales de energía.
Vínculos con China
“La historia es más larga”, contesta Matuk sobre los vínculos entre China y Rusia. En el tratado de Yalta (1945), estos países llegaron a un pacto en que Rusia se encargaba de la industria, y China, de la agricultura. La mano ganadora era la de Rusia.
Es así que 1973, China aprovecha la visita del exsecretario de Estado de EE.UU., Henry Kisinger, para empezar la industrialización de su país.
“China se desengancha de Rusia y va de la mano con USA, pasan los años y la situación se invierte. Xi Jinping ahora compra petróleo ruso con un descuento que baja los costos operativos”, comenta Matuk. “China se ha favorecido de la invasión a Ucrania”, sostiene.
Cabe recordar que cadenas como Starbucks o McDonalds se han ido de Rusia, lo que deja el camino abierto para que empresas chinas o indias lleguen a tierras rusas buscando de oportunidades de crecimiento.
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El éxodo empresarial
La guerra y las sanciones económicas hizo que grandes empresas occidentales abandonen tierras rusas. Es que cerca de 1,000 empresas anunciaron su decisión de irse de Rusia, de acuerdo con el conteo de la Universidad de Yale.
Starbucks, McDonalds, Burger King, Coca-Cola, Heineken, PepsiCo y Nestle son algunas de las compañías de la industria de alimentos y bebidas que cancelaron o suspendieron sus labores en Rusia.
Mientras que firmas tecnológicas como Apple, Amazon, IBM, Microsoft y Airbnb también decidieron irse antes de verse perjudicadas por las medidas.
A la lista se sumó Mastercard, Visa, American Express, Moody’s, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Citigroup, Western Union y Paypal. Empresas financieras que no podrían haber sobrevivido luego que la Unión Europea expulse a Rusia del SWIFT.
Con el pasar de los meses la lista siguió creciendo y dejaron el país ruso: H&M, Ikea, Procter & Gamble, Unilever, Mondelez, Renault, Ford, Toyota, Volkswagen, Airbus, Boeing, entre otros.
¿Una guerra de desgaste?
Sobre el fin de la guerra, los especialistas afirman que aún falta tiempo para que la guerra acabe. Los países que apoyan a Ucrania siguen enviando armas y Rusia ya empezó su defensiva de primavera.
Los resultados se podrán conocer luego del invierno ruso, uno de los más crudos del mundo, y del que se ha hablado desde eras napoleónicas. Matuk, Belaunde y Ladines coinciden en que el 2024 será un año decisivo para obtener un resultado.
“Para Putin sería una humillación la derrota. No podría mantenerse en el poder y él lo sabe”, menciona Belaunde, en caso Ucrania logre vencer en la guerra. Para el internacionalista, el país ucraniano ha llevado bien la guerra en este primer año.
Desde el 2014, Ucrania daba entrenamiento militar con tácticas de Occidente, las cuales son superiores a las rusas. Es por ello, desde que la ayuda internacional de tanques y armas llegó, Rusia retrocedió.
También, los ucranianos están luchando por su país. “No es lo mismo combatir sabiendo que la independencia de tu país está de por medio, mientras del otro lado, los militares rusos tienen una guerra que no entienden. La voluntad de los combatientes es importante”, indica.
El viaje secreto de Biden
El viaje del mandatario estadounidense Joe Biden a Ucrania fue la sorpresa de la semana. Según la agencia AFP, los preparativos duraros meses y solo se permitió que viajen algunos asesores de la Casa Blanca, del Pentágono y del Servicio Secreto.
Se diseñó con cuidado las etapas del viaje, sobre todo para velar por la seguridad del presidente. Es más, el grupo periodístico se redujo de 17 a 2 profesionales, quienes dieron los detalles a la prensa.
El viaje inició el domingo en la madrugada a las afueras de Washington. Llegaron al aeropuerto de Rzeszów (Polonia) y desde ahí se viajó en auto hasta la estación de ferrocarril Przemysl, donde el jefe de Estado y su equipo tomó un tren de diez horas hasta Kiev.
Biden llegó a la capital ucraniana y anunció casi 500 millones de dólares adicionales en ayuda militar, y también dio un paseo por el centro de la ciudad junto a su homólogo Zelenski.
“Kiev, debo reconocer que has capturado parte de mi corazón”, fue lo que dijo Biden antes de volver al tren para su viaje de vuelta.