Rusia redujo las normas para la fabricación de vehículos en su territorio, permitiendo la producción de automóviles sin ABS o airbags, debido a la escasez de componentes electrónicos y piezas de repuesto debido a las sanciones occidentales.
En un decreto promulgado el 12 de mayo, el gobierno ruso estableció una lista de normas simplificadas para poder certificar los nuevos vehículos producidos en el país.
Entre estas nuevas normas, el gobierno permite a los fabricantes no equipar los vehículos con sensores ABS o airbags, o incluso pretensores de cinturones de seguridad.
El decreto está en vigor hasta el 1 de febrero del 2023. Según el mismo, Rusia también reduce considerablemente las normas medioambientales, informó el diario Kommersant en su edición del martes.
El periódico señala que los vehículos vuelven a un nivel equivalente al de los fabricados en 1988.
A raíz de la ofensiva rusa en Ucrania, los países occidentales impusieron severas sanciones al sector automovilístico ruso, prohibiendo en particular las exportaciones de piezas de recambio a Rusia.
Además, muchos productores anunciaron que dejarán de vender componentes o automóviles a Rusia, como Audi, Honda, Jaguar o Porsche.
En mayo, Rusia publicó una lista de un centenar de categorías de mercancías cuya importación sin el consentimiento de los titulares de la propiedad intelectual está permitida con el fin de eludir las restricciones.
Entre estos productos se encuentran las principales marcas de automóviles y piezas de recambio.
Vladimir Putin repite a gritos que Occidente desencadenó una guerra económica contra su país, pero que Rusia resiste las sanciones y que ahora tiene la oportunidad de desarrollar sus propias producciones nacionales.