Según las autoridades, la situación económica es mejor a la de las primeras semanas tras el inicio de la invasión, el 24 de febrero. (Referencial)
Según las autoridades, la situación económica es mejor a la de las primeras semanas tras el inicio de la invasión, el 24 de febrero. (Referencial)

Los McDonald’s cerraron, las piezas de recambio de los coches extranjeros se venden a precio de oro, el papel escasea, son algunos de los ejemplos de las turbulencias que comienzan a agitar a la , pese a la impresión de que resiste a las sanciones.

Iván, que trabaja en un taller mecánico el sur de Moscú, recibe todo tipo de coches.

Sus clientes están preocupados ante el aumento de más de un 30% de los precios de las piezas de recambio, después de que las marcas europeas y norteamericanas dejaran de exportar en represalia a la invasión rusa de Ucrania.

“Nos estamos quedando sin inventario. Llegará un momento que no nos quedarán más. Los propietarios de vehículos extranjeros tienen miedo y las compran de manera anticipada. Se preguntan qué deberán hacer en el futuro: ¿comprar piezas chinas?”, explica. “Creo que serán de mala calidad y, por lo tanto, también malas para la seguridad”, afirma.

Las autoridades rusas ya disminuyeron las normas de seguridad y ecológicas de los vehículos fabricados en Rusia y autorizaron circuitos de importación paralelos en respuesta a las sanciones.

El presidente Vladimir Putin repite constantemente que la batería de sanciones occidentales resultó un fracaso y que Rusia logrará dotarse de una economía independiente de los bienes, servicios y tecnologías occidentales.

Datos reveladores del IVA

Según las autoridades, la situación económica es mejor a la de las primeras semanas tras el inicio de la invasión, el 24 de febrero. Entonces, el valor del rublo se hundió y la inflación se disparó.

En cambio, ahora prevén una recesión limitada al 8% este año y proyectan retomar la senda del crecimiento a partir del 2023.

Pero si se observa la situación en detalle, se proyecta un rudo impacto sobre la economía.

El valor del rublo y la bolsa rusa se estabilizaron, pero fueron anclados bajo el peso de un estricto control de capitales.

Las aduanas dejaron de publicar los datos mensuales del comercio internacional, lo que permitió disimular un hundimiento de las importaciones y exportaciones.

La inflación, cerca de 18%, alcanzó los niveles más elevados en los últimos 20 años.

Multinacionales bien implantadas en Rusia, como McDonald’s o Starbucks, cerraron.

Según el portal independiente The Bell, en abril los ingresos obtenidos a través del IVA interno se redujeron a la mitad y a un tercio los de los bienes importados, en comparación con el mismo mes del 2021.

Esto significa que “se resintieron los ingresos de la mayoría de empresas de Rusia”, apunta Andrei Gratshev, experto en fiscalidad de la consultora Birch Legal.

“Están surgiendo problemas en numerosos sectores, tanto en las grandes como en las pequeñas empresas”, advertía a finales de abril la presidente del Banco Central ruso, Elvira Nabiulina, que puso como ejemplo la escasez de botones, importados de países europeos.

Dependencia energética

Rusia también sufre escasez de papel. “La madera procedía de Rusia, pero se importaban los productos químicos para el blanqueamiento”, señaló Nabiulina.

Por este motivo, numerosas tiendas de Moscú imprimen sus facturas en papel amarillento.

Después de que en los últimos años el país se esforzara por diversificar su economía, las consecuencias mostraron otro panorama.

Según datos del Ministerio de Finanzas, los ingresos procedentes del sector energético pasaron del 28% en el 2020 al 63% en abril del 2022.

De la compañía aérea Ural Airlines a las fábricas Avtovaz, principal fabricante de automóviles en el país, numerosos trabajadores están actualmente en paro temporal.

A eso se le suma el efecto impredecible de las decenas de miles de jóvenes, muchos de ellos con elevados niveles de formación, que se fueron del país tras el inicio de la guerra.

Según Chris Weafer, de la asesoría estratégica Macro-Advisory, “en marzo y abril, las sanciones afectaron principalmente el sistema financiero”, pero a partir del verano boreal llegarán a la sociedad en general.

“Una disminución de los ingresos, sumada a la inflación, reducirá muy probablemente los niveles de ingresos de la gente”, pronostica este experto.