Simone Biles arrancó el martes su reconquista olímpica al conducir al combinado estadounidense hacia el oro por equipos en gimnasia artística en París-2024, con el que sumó su quinto título en unos Juegos y el primero tras la pesadilla de Tokio.
Recuperada de la amarga experiencia de hace tres años, una sonriente Biles volvió a subir a lo más alto del podio tras una final que dominaron las estadounidenses y donde la plata fue para Italia y el bronce de Brasil, que logró la primera medalla por equipos en su historia en la gimnasia.
Con este oro, que EE. UU. perdió en Tokio en favor de las rusas -ausentes en París-, Biles da el primer paso para recuperar el imperio olímpico que construyó en Río de Janeiro-2016, cuando el mundo descubrió lo que los gimnastas ya sabían desde hacía tiempo; que aquella deportista menuda y enérgica no era como los demás.
LEA TAMBIÉN: De Simone Biles a LeBron James, Estados Unidos desembarca en París con todo su arsenal
LEA TAMBIÉN: Simone Biles: por qué han elegido una cabra como el emoji de la gimnasta estadounidense para Tokio 2020
Pero el camino para volver a la cima no ha sido fácil para una Biles que, con 27 años, llegó a París con otra forma de estar en la élite, tras desentrañar el bloqueo mental que le atenazó en Tokio.
“Ahora soy mucho más mayor, tenemos más experiencia y salimos a disfrutar lo que estamos haciendo. Es diferente”, explicó la gimnasta al comparar este éxito con el de 2016.
¿Quién es Simone Biles?
Nació en Colombus, Ohio, el 14 de marzo de 1997, en un hogar con dificultades. Sus padres consumían drogas, por lo que sus abuelos maternos adoptaron a ella y a sus hermanos. Después de pasar por una infancia difícil, a los seis años asistió a una excursión al centro de gimnasia Bannon Gymnastix, donde comenzó a imitar a los deportistas que estaban presentes. Sin embargo, la Sra. Ronnie, una de las entrenadoras, llamó a la entrenadora olímpica Aimee Boorman para que la ojeara debido a sus habilidades precoces.
Unos días después, una carta llegó al hogar con la intención de animar a su familia a inscribirla en un instituto de gimnasia, lo que le permitió comenzar su carrera deportiva. A los 8 años, ya estaba entrenando con Aimee Boorman y se graduó en secundaria estudiando desde casa para los 15. Ganó su primer campeonato mundial a los 16 años en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística en Bélgica, un éxito que repitió en el Campeonato Mundial de Nanning, China, el año siguiente.
Gracias a su estilo único y ejecución impecable en su disciplina, ya se comenzó a hablar de ella como la mejor gimnasta del mundo en ese momento. Biles ganó el oro en la especialidad individual en el Campeonato Mundial de Glasgow, Escocia, lo que le permitió lograr la hazaña histórica de convertirse en la primera mujer en ganar tres campeonatos mundiales consecutivos en gimnasia artística. No obstante, su premio más importante fue obtenido en 2016 cuando ganó cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuatro de ellas de oro: en equipo, suelo, salto y múltiple individual.
Simone Biles y la salud mental
El abandono de Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por problemas de salud mental puso en primera plana una enfermedad que sufren millones de personas de todo el mundo. Que esto obligara a una de las mejores atletas de la historia mientras conseguía una medalla en pruebas por equipo causó un gran impacto a nivel mundial.
Incluso en los días previos a los Juegos Olímpicos de París se ha estrenado un documental que narra las vivencias de la americana, que estuvo dos años de baja después de verse obligada a abandonar los Juegos de Tokio durante la competición.
En entrevistas recientes, Simone Biles confesó que sufría twisties, que se trata de un bloqueo mental en que las gimnastas pierden la orientación en el aire. “Fue un milagro que aterrizara de pie”, llegó a decir sobre su desempeño en Tokio sobre la barra de equilibrio.
Con información de EFE y AFP