El proyecto de introducir a nivel global un impuesto mínimo de 15% a los beneficios de las multinacionales puede beneficiar a todas las economías, pero plantea desafíos especialmente a las naciones en desarrollo, advirtió la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
Ese impuesto, propuesto desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20, supondrá según los cálculos más conservadores un incremento de dos puntos porcentuales en las tasas impositivas a las multinacionales, y del 15% en los ingresos fiscales de los países donde operan.
“Su objetivo es evitar que las multinacionales trasladen sus beneficios a países con bajos impuestos, reducir una competición fiscal que produce una carrera hacia mínimos”, comentó la secretaria general de Unctad, Rebeca Grynspan.
Sin embargo, la aplicación de este impuesto, que podría llegar en el 2023 y 2024, presenta complicaciones para países en desarrollo, generalmente con tasas fiscales más bajas para atraer estas multinacionales, “posicionados en desventaja ante esta reforma”, aseguró la secretaria general costarricense.
“La comunidad internacional debe aliviar las limitaciones que los países en desarrollo, especialmente los menos desarrollados, afrontan a la hora de aplicar esta reforma fiscal”, destacó Grynspan, quien también animó a gobiernos y agencias de promoción de la inversión a “actuar rápido” para mantener su competitividad.
Tanto esas agencias como las zonas económicas especiales deben “revisar sus estrategias para atraer la inversión”, añadió un informe de la Unctad sobre una reforma que vaticina una menor efectividad de los incentivos fiscales a la hora de atraer compañías inversoras.
La agencia de Naciones Unidas calcula que la inversión transfronteriza en activos productivos podría reducirse un 2% con la aplicación de esta reforma fiscal.
“Debemos aumentar la asistencia técnica a los países en desarrollo para apoyarles en procesos relacionados con esta reforma, garantizando que su punto de vista es tomado en cuenta”, insistió Grynspan.