Las graves interrupciones causadas por la pandemia de COVID-19 en las campañas de inmunización contra el sarampión y la poliomielitis están poniendo a millones de niños vulnerables en riesgo de contraer enfermedades mortales y debilitantes, dijeron agencias de Naciones Unidas.
El fondo de la ONU para la infancia Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que emitieron un llamado urgente de financiamiento para evitar epidemias de enfermedades contagiosas, dijeron que se necesitaban US$ 655 millones para abordar las “brechas de inmunidad peligrosas” en países pobres y de ingresos medios.
“No podemos permitir que la lucha contra una enfermedad mortal nos haga perder terreno en la lucha contra otras enfermedades”, dijo en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo, ha experimentado un resurgimiento mundial en los últimos años, con brotes en curso en varias partes del mundo.
Las brechas en la cobertura de vacunación se han agravado en el 2020 por el COVID-19, y la OMS dijo que los datos sobre tasas de mortalidad por sarampión del 2019, que se publicarán la próxima semana, “mostrarán el número negativo continuo que los brotes sostenidos están teniendo”.
Respecto a la poliomielitis, el número de casos en todo el mundo se había reducido a niveles extremadamente bajos antes de la pandemia de COVID-19, pero ahora se espera que aumente en Pakistán y Afganistán, y en áreas de África donde las tasas de cobertura de vacunación contra la poliomielitis se han reducido.
“La pandemia de COVID-19 ha dañado el impulso ya que se suspendieron los esfuerzos de inmunización”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.
“Esto dejó a los niños, especialmente en áreas de alto riesgo, más vulnerables a enfermedades mortales como la polio, el sarampión y la neumonía. Y ahora estamos comenzando a ver brotes de estas enfermedades”, agregó.