Rusia allanó el camino este viernes para aprobar un texto con duras penas de prisión y multas para aquellos que publiquen “falsas informaciones” sobre el ejército, una vuelta de tuerca más de la represión interna en contra de la información independiente en plena invasión de Ucrania.
Los diputados de la cámara baja del Parlamento ruso (la Duma) adoptaron por unanimidad una enmienda que prevé penas de hasta 15 años de prisión si se divulgan informaciones que busquen “desacreditar” a las fuerzas armadas.
Otra enmienda que salió adelante este viernes contempla sanciones para aquellos que pidan “sanciones contra Rusia”, justo cuando el país se enfrenta a grandes penalidades por parte de los países occidentales por el ataque a Ucrania.
Estos textos se aplican tanto a medios como a particulares. Si son aprobados por la cámara alta el viernes, vendrían a reforzar el arsenal de las autoridades en su guerra informativa, paralela a la ofensiva en Ucrania.
El presidente de la comisión para la política de información de la Duma, Alexander Jinshtein, citado por la agencia de noticias Interfax, indicó que la “ley se aplica a todos los ciudadanos, no sólo a los de Rusia”.
Con el objetivo de controlar aún más la información que la población rusa recibe del conflicto, las autoridades acentuaron la presión sobre los pocos medios independientes que seguían trabajando en el país a pesar del clima hostil.
El viernes, el organismo ruso de regulación de medios, Roskomnadzor, anunció haber limitado el acceso a los portales de la edición en ruso de la cadena británica BBC y de la radiotelevisión internacional alemana Deutsche Welle, así como del portal independiente Meduza y de Radio Svoboda, antena rusa de RFE/RL (Radio Free Europe/Radio Liberty), medio financiado por el Congreso estadounidense.
También era complicado acceder, por momentos, a la red social Facebook, cuya sede están en Estados Unidos.
La víspera, la emblemática cadena de radio Ekho Moskvy (Ecos de Moscú) anunció su disolución por el acoso sufrido por su cobertura de la invasión de Ucrania. La cadena de televisión opositora rusa Dojd también anunció la suspensión, tras haber sido bloqueada por Roskomnadzor, por su manera de cubrir la invasión.
La página web de noticias Znak anunció a su vez el viernes que dejaba de trabajar “por la gran cantidad de restricciones que han surgido recientemente en el funcionamiento de medios en Rusia”.
The Village, la agenda cultural de referencia en Moscú, tomó la decisión de cerrar su oficina en la capital rusa y trasladarla a Varsovia (Polonia).
Operación policial contra Memorial
Estas restricciones y cierres se producen en un año especialmente duro en Rusia para los medios independientes, la oposición política y la sociedad civil.
Numerosas publicaciones y periodistas han sido etiquetados como “agentes del extranjero”, una categoría que les obliga a llevar a cabo pesadas gestiones administrativas, con el riesgo de ser perseguidos por ley ante la mínima falta.
El principal opositor al Kremlin, Alexéi Navalni, fue detenido a su regreso a Rusia, después de haber sobrevivido a un intento de envenenamiento. Su movimiento fue desmantelado.
La justicia rusa decidió en diciembre el cierre de Memorial, una oenegé que era un pilar de la defensa de los derechos humanos y custodio de la memoria de millones de víctimas de crímenes de la Unión Soviética. Un veredicto confirmado tras un recurso el lunes.
La oenegé anunció el viernes que se estaba llevando a cabo una operación policial en sus oficinas en Moscú, lo que hace temer su cierre efectivo.
Otra organización no gubernamental, “Asistencia Cívica”, centrada en la ayuda a los migrantes, también fue objeto de redadas de la policía el viernes.
De momento, se desconocen las razones de ambas investigaciones.
Detención de manifestantes
Según un observatorio de derechos humanos en Rusia, OVD-Info, más de 8,000 personas fueron detenidas en el país (la mayoría en Moscú y San Petersburgo) desde el día 24 de febrero por haberse manifestado contra la invasión en Ucrania.
Aunque la represión afecta sobre todo a los rusos, también hay quien señala a organizaciones extranjeras.
El presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, señaló el viernes a las redes sociales con sede en Estados Unidos, que eran “usadas como armas” para difundir “el odio y las mentiras”. Algo a lo que “debemos oponernos”, explicó.
Valeri Fadeev, presidente del Consejo de Derechos Humanos del Kremlin, acusó a los medios extranjeros de propagar noticias falsas sobre el conflicto en Ucrania.
“Hemos lanzado un proyecto para contrarrestar la enorme cantidad de noticias falsas procedentes de Ucrania y los países occidentales”, declaró.