Las consecuencias de la nueva variante del COVID-19 potencialmente más peligrosa, detectada en el sur de África, está sumando nuevas frustraciones a los viajeros, justo cuando se vislumbraba un regreso a la normalidad.
Estados Unidos, los miembros de la Unión Europea, Canadá y Hong Kong están restringiendo los viajes desde varias naciones del sur de África. El Reino Unido suspendió los vuelos, incluyó a seis países africanos en su “lista roja” de viajes y exigirá que los viajeros que lleguen se alojen en hoteles de cuarentena en un intento por controlar la propagación de la variante B.1.1.529, a la que la Organización Mundial de la Salud asignó la letra griega omicron.
Estas medidas van a encarecer algunos planes de viaje. La inclusión de Sudáfrica en la lista roja británica puso en peligro los planes de graduación de Lizelle Nightingale. La mujer de 38 años, originaria de Northampton, en el Reino Unido, tenía la intención de viajar a la Universidad del Estado Libre de Bloemfontein, Sudáfrica, donde tenía previsto celebrar la obtención de su título de negocios.
Nightingale y su esposo gastaron 1,600 libras (US$ 2,131) en total para vuelos durante la primera semana de diciembre, además del costo de su traje de graduación y el alquiler de un automóvil. Si la pareja sigue adelante con sus planes, ahora tendrán que reservar un hotel de cuarentena a la vuelta, lo que les costará más de 4,000 libras, por no hablar de las 11 noches de aislamiento.
“Me rompe el corazón porque estaba deseando que llegara mi graduación”, dijo Nightingale, que aún está tratando de decidir si viajará o no. “Es mi primera licenciatura y es algo por lo que he trabajado mucho. Me puse a llorar cuando me enteré”.
Callum Perry aterrizó en Londres el viernes por la mañana, mientras el panorama de los viajes cambiaba. El conservacionista de 26 años vive en Limpopo, Sudáfrica, y vino al Reino Unido para visitar a su padre por motivos de salud.
Pero ahora le preocupa no poder viajar de vuelta a casa. Está viendo como se cancelan los vuelos a Sudáfrica y le preocupa que el suyo, programado para el próximo viernes, también sea cancelado.
“Estamos viendo que países como el Reino Unido se mueven con mucha rapidez, por lo que el desafío número uno es que los cierres se producen más rápido que nunca”, dijo John Clifford, presidente de International Travel Management. “La gente se siente varada y marginada”.
Pero hay servicios que pueden llevarlo de vuelta a su país de origen si se queda atascado. Clifford dice que dos servicios que recomienda son Medjet —una empresa de transporte médico global y respuesta a crisis— y Covac Global, que ofrece servicios de evacuación y repatriación.
“Lo primero y mejor que puede hacer es obtener una póliza de viaje de cancelación por cualquier motivo”, dijo Clifford. “La mayoría de las empresas de viajes venden algún tipo de seguro de viaje CFAR. Por lo general, su costo es de alrededor del 15% de los gastos previos a la compra”.
Eso no ofrece un reembolso completo; por lo general, es entre el 40% y el 80% de su pérdida. Pero al menos le devuelve algo de dinero cuando cancela un viaje no reembolsable por una razón inesperada, dijo.