Las autoridades australianas investigan si el tenista serbio Novak Djokovic mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo, según fuentes del Gobierno citadas por medios locales.
Djokovic consiguió este lunes permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra el COVID-19 tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo del país.
Una fuente del gobierno federal confirmó este martes al diario The Sydney Morning Herald que se está examinando la declaración de viaje que el deportista envió para solicitar el visado de entrada gracias a una exención médica por no haberse vacunado contra el COVID-19.
Según el documento, Djokovic marcó la casilla “no” en la cuestión de si había realizado algún viaje durante los 14 días previos a la llegada al país, que tuvo lugar casi en la medianoche del pasado miércoles en un vuelo que partió desde España e hizo escala en Dubái.
El tenista, que según sus documentos médicos aportados estaba infectado con el COVID-19 el 16 de diciembre, pasó las Navidad en Belgrado de acuerdo con las fotografías publicadas en las redes sociales, antes de trasladarse a España, desde donde abordó un avión el 4 de enero con tránsito en Dubái y destino final en la ciudad australiana.
Djokovic aseguró a los oficiales- conforme apunta la fuente, que fue la federación de tenis de Australia, organizadores del Abierto de Australia, quien rellenó el citado documento.
Las leyes australianas consideran como una “ofensa seria” una declaración falsa y que puede acarrear una pena máxima de hasta doce meses de cárcel.
A su llegada a Australia, las autoridades de inmigración retuvieron al tenista de 34 años, anularon su visado y le enviaron a un hotel donde permaneció aislado hasta el lunes, al considerar insuficientes las pruebas aportadas para lograr una exención médica de vacunación.
Los abogados del tenista apelaron la decisión ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien ayer ya pudo entrenarse con libertad para preparar el Abierto de Australia.
A pesar de la victoria judicial, el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, además podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarle del país.