La compañía finlandesa de telecomunicaciones Nokia negó haber ayudado a las autoridades rusas al espionaje electrónico masivo de ciudadanos y opositores, tal y como denuncia en un artículo The New York Times.
Según el citado periódico estadounidense, Nokia desempeñó un papel muy relevante durante al menos una década en la conexión del llamado Sistema de Actividades Operativas de Búsqueda (SORM, por sus siglas en ruso) con los servidores de MTS, el mayor proveedor de servicios de telecomunicaciones de Rusia.
El programa SORM fue utilizado -según The New York Times- por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) para espiar las comunicaciones de varios líderes de la oposición al presidente ruso, Vladímir Putin, entre ellos Aleksei Navalni y Boris Nemtsov, y a sus seguidores.
El sistema SORM permite registrar y grabar las comunicaciones, tanto por teléfono móvil como por internet, así como leer los mensajes enviados digitalmente, y los teleoperadores están obligados por ley a instalarlo en sus redes, asumiendo además los costes.
Este tipo de vigilancia electrónica, denominada “interceptación legal”, existe en la mayoría de los países desarrollados para combatir el crimen organizado, pero su acceso está restringido por la ley y suele requerir una orden judicial, mientras que en Rusia es utilizado por el FSB sin ningún tipo de control externo.
Nokia admitió en un comunicado que es uno de los proveedores internacionales de equipos de telecomunicaciones que abastecen al mercado ruso, pero aseguró que “no fabrica, instala ni da servicio a equipos o sistemas SORM”.
“Nokia, al igual que el resto de proveedores de infraestructura de redes, debe garantizar que los productos que vendemos pueden interactuar con equipos de interceptación legal de las agencias de seguridad”, explicó Nokia en el comunicado.
Según la compañía finlandesa, el artículo de The New York Times, basado en el análisis de miles de documentos, es “engañoso” y cualquier insinuación de que Nokia tenga algo que ver con los equipos SORM, es “incorrecta”.
De acuerdo con la empresa, la capacidad de realizar este tipo de vigilancia electrónica es responsabilidad de los teleoperadores, aunque sean clientes de Nokia, y los equipos de interceptación legal no los suministra Nokia, sino otros proveedores.
“Nokia no tiene la capacidad de controlar, acceder o interferir ninguna capacidad de interceptación legal en las redes que poseen y operan nuestros clientes”, aseguró la compañía finlandesa.